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En los últimos años, la transformación digital redefinió numerosos sectores, incluido el de la salud. La incorporación de tecnologías avanzadas optimizó la eficiencia de los procesos, amplió el acceso a la atención médica y permitió una mayor personalización en los tratamientos, con ventajas tanto para pacientes como para médicos.
Esta evolución tecnológica abarca la digitalización de historiales clínicos, el uso de inteligencia artificial para diagnósticos más precisos, la telemedicina y las aplicaciones de monitoreo remoto. Estas herramientas facilitaron el acceso a tratamientos oportunos y mejoraron la gestión de enfermedades crónicas.
Tecnología y atención médica
La transformación digital permitió el desarrollo de nuevas soluciones que mejoran la experiencia de los pacientes y optimizan la labor médica. Las plataformas de telemedicina, los historiales clínicos electrónicos y las aplicaciones móviles transformaron la manera en que se brinda y se recibe la atención sanitaria.
Según Diego Branca, Digital Health, Business Insights, CX & Omnichannel director Roche Argentina, "el éxito en este proceso radica en entender que la tecnología debe adaptarse a las necesidades de las personas y no al revés". La telemedicina se consolidó como una de las herramientas con mayor impacto, ya que posibilita consultas a distancia y amplía el acceso a la atención médica en zonas rurales o para personas con movilidad reducida.
Además, los historiales clínicos electrónicos fortalecen la coordinación entre distintos profesionales de la salud, reducen errores y aceleran diagnósticos y tratamientos.
Beneficios de la digitalización en la salud
Uno de los principales beneficios de la digitalización en salud es la accesibilidad, ya que la tecnología permite a los pacientes gestionar citas, obtener resultados de estudios y consultar información médica de forma ágil, disminuye los tiempos de espera y facilita un mayor control sobre su bienestar. Además, el uso de inteligencia artificial y análisis de datos posibilita la adaptación de los tratamientos a cada persona, optimiza los diagnósticos y minimiza efectos adversos.
"La inteligencia artificial permite reducir los tiempos de atención y brindar diagnósticos más precisos. Sin embargo, es necesario que el factor humano siga presente en la toma de decisiones médicas", enfatiza Branca.
También fortalece la prevención, ya que las herramientas tecnológicas permiten monitorear indicadores de salud en tiempo real y detectar posibles riesgos antes de que se conviertan en problemas graves. Asimismo, facilita la comunicación entre profesionales, mejora la coordinación en tratamientos y evita la repetición innecesaria de estudios.
Desafíos de la implementación digital en el sector salud
La adopción de tecnologías trajo múltiples beneficios, pero también enfrenta obstáculos, entre ellos la seguridad y privacidad de los datos médicos, que deben estar protegidos contra ciberataques y accesos no autorizados, y la interoperabilidad entre los distintos sistemas. "Las instituciones implementaron soluciones digitales de manera aislada, sin pensar en una experiencia unificada", señala Branca. Como consecuencia, los pacientes deben ingresar sus datos repetidamente en diferentes plataformas, lo que incrementa la frustración y el riesgo de errores en los registros médicos, además de generar demoras en la atención.
Para superar estos inconvenientes, el sistema de salud debe avanzar hacia una integración más fluida y segura, donde los distintos sistemas puedan "hablar el mismo idioma" para evitar la duplicación de datos y garantizar que la información médica de cada persona esté disponible cuando y donde se la necesite.

La omnicanalidad en la atención médica
El sector debe lograr una estrategia omnicanal que permita a los pacientes interactuar con el sistema de salud a través de diferentes puntos de contacto, como aplicaciones, sitios web, call centers y atención presencial. "La omnicanalidad en salud no es una tendencia, es una necesidad. Un paciente debe poder comenzar una consulta a través de una videollamada y continuarla en persona sin perder información en el proceso", afirma Branca.
Para que la implementación de tecnología sea realmente efectiva, es imprescindible que los sistemas de salud sean interoperables. "Sin interoperabilidad, cualquier esfuerzo por modernizar la salud se queda a mitad de camino. No se trata solo de crear aplicaciones o portales, sino de garantizar que estos hablen el mismo idioma y permitan un acceso ágil y seguro a la información", destaca Branca.
Avances en la calidad de atención
La integración de nuevas herramientas, como diagnósticos automatizados y monitoreo remoto de pacientes crónicos, promete hacer la atención más eficiente, precisa y accesible, además de contribuir a la calidad de vida de los pacientes.
El éxito de este avance dependerá de la colaboración entre gobiernos, empresas y profesionales para construir un ecosistema seguro, accesible y eficiente. "El futuro del sector estará marcado por la capacidad de innovar sin perder de vista la humanización de la atención. La tecnología debe facilitar el acceso y la calidad del servicio, no convertirse en una barrera", concluye Branca.



