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La pandemia no terminó y el regreso a la oficina necesita activar nuevos cambios en las empresas. Un proceso de transformación tanto interno como externo que inició en 2020 cuando comenzaron a implementarse las restricciones sanitarias.

En el caso de Pampa Energía, una compañía clave en el sector energético del país, la atención está puesta en estos días en la vuelta al trabajo en las oficinas a través de un sistema mixto (presencial-home office) y con la continuidad de programas de bienestar centrados en la contención de los colaboradores.

Cuando llegó oficialmente la cuarentena en 2020, con el consiguiente impacto en las rutinas laborales, Pampa Energía ya había comenzado a poner en marcha su proceso interno de acciones para hacer frente al nuevo contexto de restricciones e incertidumbre.

Se encargó de pautar las distintas prácticas a implementarse en todos los activos de la empresa, estableciendo también acciones particulares según el caso.

A partir del 16 marzo de 2020, Pampa Energía logró implementar en pocos días el trabajo remoto para todos los colaboradores que pudiesen desempeñar sus tareas bajo esa modalidad, gracias a la velocidad y eficiencia del área de Sistemas para adaptar y poner a disposición todas las herramientas tecnológicas de forma remota.

Un 15% de los empleados, en tanto, fueron dispensados de asistir al lugar de trabajo debido a la existencia de factores de riesgo prevalentes para COVID-19, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

La tecnología ayudó en la reconversión. Con una adopción superior al 90% en los equipos de trabajo, se consolidó la plataforma Teams de Microsoft como herramienta de comunicación y coordinación. Una red virtual potenciada por un programa de recambio de notebooks existentes y ampliación de la entrega de esos equipos para que se puedan realizar tareas en forma remota.

Para Pampa Energía, un punto clave fue conseguir que sus plantas industriales continuaran trabajando en todo momento, ya que la empresa genera más del 10% de la energía eléctrica y produce una importante cantidad del gas que se consume en la Argentina.

"Fue desafiante coordinar en tan poco tiempo medidas de cuidado y distanciamiento. Allí pudo logramos el trabajo presencial gracias a las prevenciones adoptadas", explicó Javier Tabakman, director de Recursos Humanos de la compañía.

Desde la empresa explicaron además que esa meta se consiguió a través de la organización de burbujas sanitarias, la intensificación de tareas de limpieza de los lugares de trabajo y la optimización de los sistemas de ventilación para mejorar el recambio de aire.

Lo importante fue también efectuar más de 17.000 testeos rápidos. Esto permitió disminuir los contactos estrechos y aislamientos preventivos, contribuyendo a garantizar la continuidad operativa y a la ausencia de brotes internos.

Esto estuvo acompañado de capacitaciones y simulacros para difundir los protocolos y procedimientos de actuación ante casos sospechosos o positivos de COVID-19.

Modalidad mixta

Todas estas acciones le permitieron a Pampa Energía emprender a partir de noviembre último un regreso gradual a sus oficinas centrales en Buenos Aires bajo la modalidad mixta y con el esquema de burbujas y aforos para garantizar el distanciamiento.

"Si bien en el 2020 nos desempeñamos satisfactoriamente de manera remota, estamos convencidos que, respetando los protocolos y contando con las condiciones necesarias para extremar cuidados, la interacción presencial en el ámbito de trabajo mejora la productividad global. Por eso, en la medida que la situación sanitaria lo permitió, fuimos retomando la presencialidad de forma gradual. En un comienzo lo hicimos con un esquema de dos días en la oficina y tres desde casa, y actualmente trabajamos tres días presencial y dos de forma remota", aseguró Tabakman.

Para este regreso, un aspecto importante era evitar el transporte público en los traslados hacia y desde las oficinas, para lo cual se implementó un servicio exclusivo de combis con diferentes rutas, y se habilitaron cocheras para quienes se trasladan con sus vehículos particulares.

Además, Tabakman anticipó que "próximamente vamos a implementar un plan piloto que consiste en rediseñar algunas de nuestras oficinas para adaptarlas a la modalidad de trabajo híbrida. Comenzaremos con algunos pisos de nuestro edificio central, y en caso de ser exitoso lo extenderemos al resto".

Render del proyecto de remodelación de oficinas de Pampa Energía para adaptarlas a la nueva modalidad.

"Creemos que, a partir de lo sucedido, cambió la manera de trabajar en las oficinas, por ello contaremos con más espacios para reuniones y encuentros, y los puestos individuales no serán fijos: cada persona contará con un locker para guardar sus elementos personales y reservará previamente su espacio los días que asista a la oficina a través de una aplicación", describió el directivo.

La mirada en las personas

En el contexto de pandemia, Pampa Energía buscó movilizarse en base a lo que señala su propia Misión empresaria: "Desarrollo de las personas, inversiones productivas en el país y máximos estándares basados en valores éticos, que integran y logran un desempeño sustentable".

Y esa misión se orientó tanto hacia sus empleados como a la comunidad en general.

El sostén principal fue el lanzamiento del programa "Sumá Bienestar" que consistió en el acompañamiento a los colaboradores durante la pandemia a través de cuatro ejes: bienestar físico y emocional, bienestar en el trabajo, bienestar en la vida personal y bienestar financiero.