Son muchas las regiones de Argentina que si bien están fuera del mapa turístico, fueron declaradas reas Naturales Protegidas con el objetivo de asegurar la protección y conservación de la diversidad biológica, como también de los recursos naturales y culturales asociados a ellas.
Nuestro país es uno de los que cuentan con más ecorregiones del mundo y fue el tercero de América en tener un Parque Nacional, detrás de los Estados Unidos y Canadá. Hoy, si bien son muchas las provincias que albergan reas Protegidas, una de las más emblemáticas y pioneras en materia eco friendly fue Chubut, que en el año 1967 declaró a Punta Loma su primera Reserva Provincial y, actualmente, cuenta con 12 de estas áreas que se extienden sobre un 4% de su territorio. Una de ellas es el Refugio Natural Vida Silvestre Punta Ninfas que, situada al extremo sur del Golfo Nuevo, es muy interesante para visitar, ya que alberga pingüinos, ballenas, orcas, distintas especies de aves, elefantes y lobos marinos. ¿Pero de dónde sale el extraño nombre de Ninfas para ese recóndito y frío lugar de la Patagonia? El cronista Antonio Pigaffeta, quien registró la vuelta al mundo de Fernando de Magallanes, escribió que durante una travesía cerca de estas costas, los marineros vencidos por el cansancio y por sus ganas de tocar tierra vieron extrañas figuras en la playa que parecían mujeres. Sin embargo, luego de bajar de sus embarcaciones pudieron comprobar que no se trataba de ellas, ni de sirenas, y mucho menos de ninfas, sino de elefantes marinos. Extrañamente, ese fue el episodio que le otorgó nombre, color y anécdotas a este rincón del mundo tan rico en fauna.Playas y acantiladosCerca de sus acantilados hay playas donde muchos elefantes y lobos marinos reposan día tras día disfrutando del sol y el viento patagónico, mientras que en el mar se pueden divisar grupos de ballenas y orcas entrando en el Golfo Nuevo para reproducirse. Pero todo este espectáculo de la naturaleza no sería tan perfecto sin la presencia de un hombre, que con una visión de futuro sin igual, se asentó en la zona y hacia el año 1923 construyó una estancia estilo normando ubicada sobre una formación rocosa de 9 kilómetros de largo. Don Felix Arbeletche es el nombre de este personaje que tuvo la visión, el sueño y la posibilidad de construir su futuro en estas duras tierras sin imaginar que hoy sería uno de los hot spots de la Patagonia. El Pedral, como llamó a su estancia, es visitado anualmente por todo tipo de turistas; desde eruditos naturalistas e investigadores hasta familias enteras y citadinos en busca de un poco de contacto con la naturaleza. La estancia es mucho más que ocho cuartos con todas las comodidades, esmerada atención, comida casera, quincho con billar profesional, asados y pileta; El Pedral es único porque tiene su propia pingüinera a sólo diez minutos de distancia. Allí, los visitantes se ven rodeados de miles de pingüinos y sin ningún otro turista a la vista, porque los guías cuidan de no interferir con los hábitos de estos simpáticos animales.
Hoy, esta pingüinera es el plato fuerte de la zona y jerarquizó la estancia desde que fue inaugurada, en 2009, con catorce parejas de juveniles Magallánicos (pingüinos jóvenes) que se asentaron en una de sus playas. Al año siguiente, estos animalitos volvieron para empollar nuevamente, pero lo curioso fue que año tras año la cantidad de pingüinos fue aumentando, por lo que las autoridades se vieron en la obligación de declarar a esta zona como Refugio Natural Vida Silvestre Punta Ninfas.
El Pedral está localizado a 12 kilómetros del Faro de Punta Ninfas, el que marca la boca al Golfo Nuevo. Los guías de la estancia realizan safaris fotográficos, avistaje de elefantes y lobos marinos y ballenas. Además, se pueden visitar áreas cercanas con cañadones de 30 millones de años que desembocan en el mar y en los que se pueden apreciar fósiles de la era Cenozoica. Sin dudas, Punta Ninfas es uno de los mejores sitios para una escapada de relax y contacto con la naturaleza en un paraíso inusual de la Patagonia argentina. z weHuéspedes de castillosCuando se visita un rea Protegida hay que tener ciertos recaudos. Si bien muchos de ellos se desprenden de la lógica, hay otros que bien vale la pena mencionar con el objetivo de seguir contribuyendo al desarrollo de estos pequeños paraísos:
* No interferir con el ambiente natural, asumir que se es un simple espectador.
* Mantener la limpieza en las áreas que se visitan y no generar disturbios.
* No alimentar animales. Son muchas las áreas que tienen problemas en el comportamiento de algunas especies y sus cadenas alimenticias, ya que cambian sus hábitos y aguardan ser alimentados por los seres humanos.
* No interferir con los movimientos y costumbres de los animales.
* No cazar ni recolectar plantas, restos paleontológicos o arqueológicos.Datos útiles* ¿Cómo llegar a Punta Ninfas?
Lo más rápido es volar desde el Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires hasta el aeropuerto de Trelew, Chubut. Desde ahí, trasladarse en auto por camino de ripio unos 80 kilómetros hasta El Pedral.
* ¿Cuál es el costo del pasaje y la duración del vuelo?
Hay vuelos desde $ 2.100 hasta $3.000, con impuestos incluidos. El vuelo dura dos horas y hay una frecuencia de entre dos y tres vuelos diarios por Aerolíneas Argentinas, LAN y Andes (hasta Península Valdes).
* ¿Dónde alojarse?
Estancia El Pedral (www.elpedral.com), en base doble/triple por persona con pensión completa y actividades u$s 380/420.