El gobierno de Brasil va a permitir que haya grandes transferencias o un contagio de la cuestión cambiaria sobre la inflación, dijo ayer el ministro de Finanzas, Guido Mantega, en una conferencia de prensa tras asistir a un debate promovido por Lide -Grupo Líderes Empresariales- en San Pablo.
Según el funcionario, la inflación está bajo control y, a pesar de las fluctuaciones, el techo presupuestado (de un 6,5% anual) no se ha sobrepasado. Mantega también aprovechó para decir que no es cierto que Petrobras vaya a aumentar el precio de los combustibles, y que no hay ninguna decisión tomada sobre un posible reajuste.
En los últimos días, con la devaluación de la moneda, aumentó la presión para que se produzca un aumento en el precio de los combustibles con el objetivo de atenuar el problema de caja del Estado.
Durante el año pasado, recordó el ministro, la devaluación del real ya ejerció cierta presión sobre los precios, pero el movimiento en 2012 fue diferente, dijo, porque en ese momento la pérdida de valor del real fue promovida por el gobierno, ya que era importante dar competitividad a la industria y mejorar las exportaciones.
Pero este año, no fuimos nosotros lo que deseamos una devaluación, dijo. Por lo tanto, es necesario esperar a los próximos pasos de la Fed para saber por cuánto tiempo el nivel actual del Real va a sostenerse. Si dura más tiempo, vamos a ver lo que hay que hacemos para compensar el impacto en la inflación, dijo Mantega, quien citó entre las medidas posibles reducir los aranceles de importación y reducir los costos de producción a través de recortes de impuestos.