La industria brasileña sufrió una pérdida sustancial de competitividad en la fabricación de manufacturas a lo largo de la última década. La suba de los salarios y los precios de la energía y la valorización del cambio aumentaron fuertemente los costos para producir en el país, una tendencia que no fue compensada por ganancias expresivas de productividad.

En 2014, fabricar manufacturas en el país era 23% más caro que el Estados Unidos, un salto drástico en relación a 2004, cuando el costo de la industria brasileña era 3% inferior.

Los datos son del estudio del Boston Consulting Group (BCG), según el cual los salarios en el país más que se duplicaron en los últimos diez años, período en el que el cambio registró una valorización de 20% en relación al dólar. Sin embargo, la productividad del trabajo creció 3%. El costo industrial de electricidad subió 90% y el del gas natural, cerca de 60%.

Brasil perdió terreno en todas las dimensiones, resumió el estudio, que analizó el desempeño de los 25 mayores exportadores, responsables por las ventas de cerca de 90% de las manufacturas en el mundo. El costo de producir esos bienes en Brasil se iguala al de Bélgica e Italia, y es solamente un poco más bajo que en Francia y en Suiza. En Australia, el costo es 30% más alto que en Estados Unidos.

En el informe del BCG, Brasil aparece como uno de los países bajo presión, junto a China, Rusia, Polonia y República Checa. El grupo está formado por economías tradicionalmente de bajo costo, cuyo deterioro de competitividad en la última década se explica por un amplio conjunto de factores, según el BCG. Estados Unidos y México, a su vez, son clasificados como las estrellas ascendentes.

El crecimiento moderado de los salarios, ganancias sustentadas en la productividad, cambio estable y ventajas en el sector de energía explican la creciente capacidad de ambos países para competir con los demás.

Es más barato producir manufacturas en China que en Estados Unidos, pero la diferencia se achicó en los últimos diez años, según el BCG. En 2004, el costo de fabricación en China era 14% inferior al de Estados Unidos. Hoy, la diferencia es de solo 4%.

Estados Unidos y México son los países con evolución más favorable en el estudio del BCG.