La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, prometió este lunes intensificar el combate al tráfico de drogas en las fronteras del país. Se trata de una de las medidas previstas en el Plan de Enfrentamiento al Crack y Otras Drogas, lanzado el año pasado por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

El gobierno actuará con firmeza también para terminar con el “pequeño traficante”, según Rousseff.

“Nuestro plan prevé la ampliación del combate al narcotráfico, especialmente en las fronteras. Iremos detrás del traficante internacional y, al mismo tiempo, actuaremos para terminar con el tráfico pequeño, ese que muchas veces roba la infancia, al utilizar a nuestro niños y adolescentes como los llamados ‘aviones’”, dijo Dilma en su programa semanal de radio Café con la Presidenta.

“Esta es una de las partes más crueles del tráfico de drogas, porque se atrae a niños y niñas pobres con dinero fácil y promesas falsas, sin que sepan los riesgos que están corriendo”, agregó.

La presidenta destacó que el plan nacional trabaja en otros dos frentes, además del narcotráfico. El primero es el de la prevención, que se realizará en las escuelas y con las familias. El segundo es el tratamiento. La semana pasada, el gobierno anunció la implantación de 49 centros regionales de referencia en crack y otras drogas, que ofrecerán cursos de capacitación para profesionales del área de salud, asistencia social y agentes comunitarios. Los centros se instalarán en facultades de todo el país.

“Haremos que las universidades púbicas, además de educar brasileños y brasileñas, atiendan las necesidades de los que precisan más. Combatir el crack está entre nuestras prioridades. Es la mejor forma de devolver a los brasileños una inversión que hicieron al pagar, con sus impuestos, la creación de universidades públicas nacionales, estaduales y municipales”, afirmó la mandataria.