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El estado de Alaska se prepara para recibir uno de los entrenamientos militares más importantes del año: el Ejercicio Northern Edge 2025, donde participarán tropas de Estados Unidos y Canadá en operaciones conjuntas de gran escala.

El despliegue contempla más de 6.000 efectivos, un portaaviones nuclear y un centenar de aeronaves que pondrán a prueba las capacidades de combate aéreo, terrestre y marítimo.

Nuevo ejercicio militar: el objetivo estratégico del Northern Edge 2025

El Comando Indopacífico de EE.UU. (INDOPACOM) es el encargado de coordinar este operativo que busca perfeccionar la cooperación militar multidominio. El entrenamiento incluye simulacros de combates aéreos, maniobras navales y proyección de poder en escenarios de máximo realismo.

El general Rick Goodman, director del ejercicio, destacó que estas maniobras reafirman la relevancia de Alaska como punto estratégico para la defensa nacional y la seguridad en la región del Indopacífico.

Entre los medios desplegados resalta el portaaviones nuclear USS Abraham Lincoln (CVN 72), acompañado por el Grupo de Ataque de Portaaviones 3 de la Armada estadounidense. La fuerza incluye destructores de la clase Arleigh Burke, escuadrones del Carrier Air Wing 9 y la presencia de cazas furtivos F-22 Raptor.

Por parte de Canadá, la contribución incluye la fragata HMCS Regina, de la clase Halifax, y un avión de reabastecimiento Airbus CC-150 Polaris, claves para extender la autonomía de los cazas durante los ejercicios.

Northern Edge y Arctic Edge: dos maniobras simultáneas

En paralelo, también se llevará a cabo el Ejercicio Arctic Edge 2025, liderado por el Comando Norte (NORTHCOM) y el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD).

A diferencia del Northern Edge, este entrenamiento se centra en la defensa del territorio de Alaska, aunque por primera vez se desarrollará de forma simultánea, generando un despliegue militar sin precedentes en la región.

Relevancia geopolítica de Alaska

La ubicación de Alaska vuelve a colocarse en el centro de la atención internacional, no solo por ser punto de encuentro en la cumbre entre Vladimir Putin y Donald Trump, sino también por consolidarse como una plataforma estratégica de poder militar frente a potenciales conflictos en el Indopacífico.