En medio de crecientes tensiones globales y con la mirada puesta en el liderazgo militar del siglo XXI, China avanza a paso firme en la creación de soldados híbridos, que combinan capacidades humanas con tecnologías avanzadas de realidad aumentada, visión térmica e inteligencia artificial.
El gigante asiático, bajo la conducción de Xi Jinping, dio inicio a una nueva era en el campo de batalla: la del guerrero digital.
China suma nueva tecnología a los entrenamientos militares
Lejos de las películas de ciencia ficción, las Fuerzas Armadas de China ya utilizan prototipos del sistema MARS (Military Augmented Reality System), un equipo de última generación que permite a los soldados ver a través de obstáculos, marcar objetivos en tiempo real y acceder a mapas en 3D con un simple movimiento ocular.
Estos cascos inteligentes incluyen:
Visión nocturna y térmica
Detección automática de amenazas humanas
Cruces digitales para apuntado de alta precisión
Conexión con drones y sensores de combate
Comunicación compartida con el resto del pelotón a través de RA
China se posiciona como potencia tecnológica militar
Con un aumento del 7,2% en su presupuesto de defensa para 2025, China se consolida como la tercera fuerza militar del planeta, solo detrás de Estados Unidos y Rusia. Pero su verdadero diferencial está en la apuesta por la tecnología integrada al combate, un terreno en el que busca ganar ventaja estratégica.
El Ejército Popular de Liberación (EPL) no solo ha probado estos sistemas en campo controlado, sino que también los aplica en entrenamientos de paracaidismo, simulaciones virtuales y mantenimiento aeronáutico con tecnologías como HoloLens 2.
Más allá de los cascos de realidad aumentada, China experimenta coninteligencia artificial para desarrollar asistentes virtuales militares. En 2024, se filtró que instituciones chinas usaron modelos de IA de Meta para crear ChatBIT, un chatbot con funcionalidades tácticas que despertó preocupación en Occidente por su origen no autorizado.
China responde a la carrera tecnológica militar de Estados Unidos
El sistema MARS surge como una réplica directa al proyecto IVAS del Pentágono, desarrollado en conjunto con Microsoft. Mientras Estados Unidos enfrenta problemas con el peso y los efectos secundarios de estos dispositivos -mareos, molestias cervicales y fatiga-, China acelera la integración sin comunicar fallos visibles hasta el momento.
Ambos países están en plena fase de pruebas, con el despliegue de miles de unidades inteligentes previsto antes de finalizar 2025.
El avance chino no se limita a la realidad aumentada. Con más de 600 ojivas nucleares, una proyección de 1.000 cabezas para 2030 y la construcción del complejo militar más grande del mundo a solo 30 kilómetros de Pekín, China está ejecutando una estrategia integral que combina poder de fuego tradicional con superioridad tecnológica.