En la región latinoamericana hay un país cuyo ejército está cobrando fuerzas y se posiciona como un actor militar destacado. Estados Unidos y China comenzaron a poner sus ojos sobre ella, ya que dicha nación también impulsa autosuficiencia tecnológica y fortalece su industria.
Estos grandes y rápidos avances podrían alterar los equilibrios geopolíticos regionales al convertirse en el ejército más poderoso de América Latina.
Tiembla Estados Unidos: el ejército latinoamericano que podría ser un aliado de Trump
Brasil se consolida como el líder militar de Latinoamérica y uno de los más influyentes en el escenario global. Ocupa el puesto número 11 a nivel mundial según el índice Global Firepower 2025, superando ampliamente al resto de la región. Además, mantiene un presupuesto de defensa de aproximadamente 26.157 millones de dólares, muy por encima de sus vecinos.
Su fuerza armada cuenta con más de 376.000 efectivos en servicio activo y 1.3 millones en reserva. A esta capacidad humana se suma una diversificada y moderna infraestructura militar: cazas Gripen E/F, aviones tácticos KC-390, submarinos, fragatas y hasta un portaaviones, además del ambicioso desarrollo de un submarino nuclear.
¿Por qué asusta a Estados Unidos y China?
El crecimiento militar brasileño no solo implica influencia en Sudamérica, también representa un contrapeso en la agenda global. China y Rusia siguen de cerca su desarrollo, ya que la consolidación de Brasil como potencia militar abre la posibilidad de un nuevo actor capaz de negociar en igualdad de condiciones.
La proyección internacional de su ejército podría afectar acuerdos comerciales, energéticos y de seguridad, donde Brasil tiene cada vez más margen de acción independiente.
¿Cómo impacta en Estados Unidos?
Para Trump, el fortalecimiento militar de Brasil significa un desafío en su política hacia América Latina. Aunque ambos países mantienen vínculos económicos y estratégicos, el desequilibrio de poder en el plano militar puede generar tensiones.
Washington deberá decidir si fortalece la cooperación para mantener a Brasil como aliado o si comienza a ver en su ascenso un riesgo que podría complicar el liderazgo estadounidense en el continente.