

El color del rostro de Donald Trump es el foco de las mayores teorías conspirativas de los últimos años en Estados Unidos. El tono anaranjado del presidente, que se acrecienta en las fotografías, ha dado mucho de qué hablar, pero pareciera estar relacionado a una enfermedad que transita el mandatario y fue confirmada por la Casa Blanca.
Si bien Trump, de 79 años, se ha jactado en múltiples entrevistas de ser "el presidente más saludable en la historia del país", expertos señalaron la presencia de una afección venosa en su organismo que alterarías los pigmentos de la piel.

¿Cuál es la enfermedad que tiene Donald Trump y cuáles son las consecuencias?
Donald Trump podría estar padeciendo insuficiencia venosa crónica (IVC), una condición en la que las venas de las extremidades (piernas, manos, brazos) no retornan la sangre al corazón con eficiencia. Esa acumulación de sangre tales como dificultades en válvulas venosas, daños o debilitamiento podría provocar hinchazón, moretones o decoloraciones visibles en las manos.
Esta enfermedad podría explicar por qué en muchas apariciones Trump ha mostrado manchas o moretones en las manos. Si la circulación es deficiente, la piel puede tornarse más propensa a hematomas al mínimo golpe o presión, y los vasos sanguíneos se vuelven más visibles. A su vez, la condición podría generar que la piel luzca más oscura o rojiza en ciertas zonas si se inflama o se retiene líquido.

Esta enfermedad podría ser la respuesta a las tantas teorías conspirativas acerca del rostro anaranjado del presidente. Si bien la Casa Blanca únicamente confirmó la condición y no hizo referencias al maquillaje del mandatario, los productos cosméticos podrían utilizarse para tapar posibles manchas en el rostro de Trump.
¿Cuáles son otras teorías sobre el rostro naranja de Trump?
- Uso excesivo de maquillaje, especialmente correctores o bronzer de tono naranja que no estarían bien difuminados.
- Spray-tan o camas de bronceado, que generan un tono más oscuro y uniforme con efecto naranja.
- Mala iluminación o elección de luces en cámaras, que acentúan los tonos cálidos de la piel.
- Oxidación del maquillaje, que cambia de color al contacto con la piel y se torna más anaranjado.
- Falta de difuminado adecuado entre el maquillaje facial y el cuello, creando contraste visible.
- Empleo de correctores de color que, si se aplican solos, dejan un efecto naranja en el rostro.











