Las tensiones entre Estados Unidos y México escalaron un nuevo peldaño con el reciente anuncio del Departamento de Transporte de EE.UU., que impondrá restricciones a los vuelos de pasajeros, carga y chárter provenientes de aerolíneas mexicanas.
La medida surge en respuesta a lo que Washington considera una violación del acuerdo bilateral de aviación por parte del gobierno mexicano.
El origen del conflicto: el uso obligatorio del Aeropuerto Felipe Ángeles
El secretario de Transporte estadounidense, Sean Duffy, acusó a México de favorecer injustamente a sus aerolíneas al obligarlas a trasladar operaciones desde el tradicional Aeropuerto Internacional Benito Juárez al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), ubicado a más de 48 kilómetros del centro de Ciudad de México.
Según Duffy, esta imposición afecta la competencia leal y viola los términos del acuerdo bilateral firmado entre ambos países, ya que obliga a las aerolíneas extranjeras a operar en condiciones menos ventajosas frente a sus competidores mexicanos.
¿Qué cambia para las aerolíneas mexicanas?
A partir de ahora, todas las aerolíneas mexicanas, ya sean de pasajeros, carga o vuelos chárter, deberán presentar sus horarios de vuelo al Departamento de Transporte de EE.UU. y esperar su aprobación antes de operar hacia territorio estadounidense.
Esta nueva política podría traducirse en demoras, cancelaciones y menor disponibilidad de rutas, afectando directamente a millones de pasajeros que viajan entre ambos países cada año.
Delta y Aeroméxico, en la mira
La medida también pone en jaque la alianza entre Delta Airlines y Aeroméxico, vigente desde 2016, y que permitió coordinar rutas y ofrecer mejores tarifas. Ambas compañías salieron en defensa del acuerdo y advirtieron que su ruptura podría eliminar más de 20 rutas y provocar pérdidas anuales de hasta 800 millones de dólares para los consumidores.
"No deberían castigarnos por decisiones políticas que están fuera de nuestro control", expresaron en un comunicado conjunto.
Cómo impacta en los pasajeros
México sigue siendo el destino internacional número uno para los estadounidenses. Solo en el último año, más de 40 millones de pasajeros viajaron entre ambos países, según datos del Departamento de Transporte.
Sin embargo, muchos viajeros han expresado su frustración por la obligatoriedad de operar desde el AIFA, al que consideran alejado e incómodo. "Felipe Ángeles no me sirve para nada, es una pérdida de tiempo y dinero", comentó uno de los usuarios entrevistados por Univision.