En un nuevo giro que agita la relación bilateral, Donald Trump firmó un memorando que refuerza las medidas contra Cuba y reactiva una estrategia de máxima presión económica y política.
La decisión llega en un contexto de creciente polarización interna en Estados Unidos y tiene como objetivo revertir los alivios otorgados por Joe Biden durante su administración.
La iniciativa, que entrará en vigor en los próximos 30 días, endurece las restricciones de viaje, refuerza el embargo comercial y ataca directamente a sectores clave de la economía cubana, como el turismoy el comercio vinculado a las fuerzas armadas.
Estados Unidos refuerza los controles sobre viajes a Cuba
Aunque los ciudadanos estadounidenses ya tienen limitaciones para visitar la isla, el nuevo plan de Trumpacota aún más las posibilidades. Solo se permitirán visitas bajo categorías estrictas, como motivos familiares, educativos o religiosos, y se impondrán auditorías periódicas para garantizar el cumplimiento.
Además, el documento prohíbe cualquier transacción financiera directa con empresas controladas por el Ejército cubano, en particular con el conglomerado GAESA, uno de los pilares económicos del régimen. El objetivo es cortar los flujos de divisas que, según Washington, alimentan a las élites del poder en detrimento del pueblo cubano.
Trump suma nuevas restricciones a Cuba: embargo económico, internet y derechos humanos
El embargo comercial a Cuba no solo se mantiene, sino que Trump lo eleva como un eje central de su política exterior. El memorando exige nuevas investigaciones sobre violaciones de derechos humanos cometidas en la isla y presiona por la rendición de cuentas de fugitivos buscados por la justicia estadounidense que estarían refugiados en territorio cubano.
En paralelo, la Casa Blanca anunció planes para expandir el acceso a internet, fomentar la libertad de prensa y apoyar el emprendimiento privado, aunque sin detallar cómo se implementarán estas medidas en un contexto donde el gobierno cubano restringe el acceso digital en momentos de protesta social.
Reacciones en Cuba: "Es una escalada hostil"
La respuesta del gobierno cubano fue inmediata y contundente. El canciller Bruno Rodríguez denunció la medida como una "escalada hostil" que profundiza el bloqueo económico y ahoga al pueblo en plena crisis energética. Por su parte, el presidente Miguel Díaz-Canel calificó las acciones como un "acto de agresión que responde a intereses minoritarios en EE.UU." y advirtió: "Nos golpearán, pero no nos rendiremos".
El primer ministro Manuel Marrero también se expresó en duros términos, acusando a Washington de utilizar políticas de guerra económica para debilitar al país, justo cuando Cuba atraviesa uno de sus peores momentos económicos desde los años noventa.
Impacto en el turismo y en la vida diaria de los cubanos
Las nuevas restricciones apuntan directamente a una de las principales fuentes de ingreso de la isla: el turismo internacional. Con hoteles cerrados, apagones frecuentes y una caída en la llegada de visitantes, el golpe podría ser devastador para la economía cubana.
La medida también genera preocupación entre los ciudadanos cubano-estadounidenses que mantienen vínculos familiares en la isla. Aunque los viajes familiares aún están permitidos, el refuerzo del control y la vigilancia financiera podría dificultar el envío de ayuda, remesas o incluso paquetes básicos.