La promesa de estabilidad laboral en Estados Unidos tras el fin de la emergencia sanitaria por el Covid-19 parecía consolidarse. Sin embargo, en la recta final del 2025, esa calma se desvanece frente a una nueva oleada de recortes de empleo que golpea a miles de trabajadores en distintos sectores de la economía.
Según datos de la consultora Challenger, Gray & Christmas, solo en julio de este año se registraron 62.075 despidos en Estados Unidos, lo que implica un aumento del 29% respecto a junio y un salto del 140% frente al mismo mes de 2024. Esta tendencia, lejos de frenarse, continúa en septiembre con anuncios que abarcan a cadenas de retail, servicios de salud y tecnología.
Atención: estas son las empresas que ya confirmaron recortes en septiembre 2025
Bajo la normativa del Worker Adjustment and Retraining Notification Act (WARN), varias compañías notificaron oficialmente la reducción de personal. Entre ellas figuran:
Quality Food Centers
Jack in the Box
Cooperative Health
Fidelity National Information Services
Sundance Holdings
Fred Meyer
RV Country Washington LLC
Los despidos en estas empresas oscilan entre 50 y 200 empleados cada una, sumando presión a un mercado laboral que venía mostrando señales de recuperación.
El peso de la política arancelaria en el empleo
Expertos en economía coinciden en que las medidas comerciales impulsadas por la administración de Donald Trump han reavivado las tensiones en la industria. Los aranceles a las importaciones buscan proteger la producción nacional, pero al mismo tiempo generan un aumento en los costos de insumos y materias primas, lo que afecta directamente los márgenes de ganancia de las empresas.
"Con la gran incertidumbre arancelaria observamos un declive en la confianza de consumidores y pequeñas empresas", explicó Ben Johnston, director de operaciones de la firma crediticia Kapitus, en declaraciones a Newsweek.
El impacto no solo se siente en la manufactura, sino también en sectores como la agricultura, el comercio minorista, la energía y los servicios de salud. La respuesta de otros países con medidas espejo complica aún más el panorama, especialmente para los agricultores que encuentran mayores dificultades para colocar sus productos en el exterior.
El encarecimiento de los bienes de uso cotidiano es otra de las consecuencias. Con precios más altos en alimentos, vestimenta y productos básicos, las familias reducen su consumo, lo que a su vez provoca una caída en los ingresos de las empresas de retail y servicios. La consecuencia inmediata es la reducción de personal para sostener el equilibrio financiero.
¿Qué puede pasar en lo que resta del 2025?
Los analistas consideran que la política arancelaria es un arma de doble filo: por un lado protege a ciertas industrias locales, pero al mismo tiempo presiona al mercado laboral. Si la tendencia continúa, septiembre podría marcar un punto de inflexión en la confianza empresarial y en la capacidad de recuperación de la economía estadounidense.
Lo cierto es que, más allá de las causas, los despidos masivos en Estados Unidos vuelven a instalar la preocupación sobre el futuro del empleo y la estabilidad de millones de familias en la etapa final del año.