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El 11 de septiembre de 2001, el mundo cambió para siempre. Dos aviones comerciales modelo Boeing 767 fueron secuestrados y utilizados como parte de los atentados terroristas contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York.

Estos aviones, operados por American Airlines y United Airlines, estaban en ruta desde Boston hacia Los Ángeles, cuando fueron desviados por los secuestradores de Al Qaeda.

Debido al incendio generado por el impacto de los aviones, la Torre Sur del World Trade Center se derrumbó a las 9:59 (hora de Nueva York) y la Torre Norte a las 10:28. Además, un tercer edificio, el World Trade Center 7, se derrumbó a las 17:20 a causa del daño provocado por los escombros. En consecuencia, perdieron la vida más de 3000 personas y resultaron heridas más de 6000.

¿Cómo eran los Boeing 767 que se estrellaron contra las Torres Gemelas?

Los aviones que impactaron las Torres Gemelas son de la clase Boeing 767-200ER, un modelo diseñado para vuelos de largo alcance. Estas aeronaves bimotores tienen dos turbofanes situados bajo las alas. Tienen una longitud de unos 48,5 metros, una envergadura de 47,6 metros y una altura de casi 16 metros, con capacidad para transportar entre 180 y 240 pasajeros.

El diseño del 767 incluía una cabina ancha con dos pasillos, una nariz aerodinámica y una cola alta que lo hacía inconfundible en los aeropuertos de la época. El vuelo 11 de American Airlines llevaba el clásico esquema metálico pulido con franjas rojas, blancas y azules.

Por su parte, el vuelo 175 de United Airlines lucía el esquema conocido como "arcoíris", con fondo blanco y franjas en tonos azul, rojo y naranja que recorrían el fuselaje.

¿Por qué se eligieron estos aviones?

Estos aviones, concebidos para unir continentes, fueron lamentablemente utilizados en los atentados del 11 de septiembre de 2001, quedando grabados en la memoria colectiva por aquel trágico día.

Según los informes de la Comisión del 11-S, los secuestradores eligieron estas aeronaves porque son capaces de causar destrucción masiva. Gracias a que tienen la capacidad de realizar cargas completas de combustible, ofrecían más tiempo en el aire para llevar a cabo el secuestro.

El uso de estos Boeing 767 en los atentados del 11 de septiembre convirtió a estas aeronaves en símbolos de una tragedia global. Aunque el avión en sí es una obra de ingeniería civil, su participación forzada en estos ataques lo vinculó para siempre con uno de los momentos más oscuros del siglo XXI.