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En la búsqueda derecetas naturalespara mantener una piel sana y joven, y fortalecer los huesos, el caldo de gallina emerge como una opción insuperable.

A menudo pasado por alto en favor del caldo de res, pero el caldo de gallina ofrece una riqueza de nutrientes y un alto contenido de colágeno que lo convierten en un aliado poderoso para la salud y la belleza.

¿Cuáles son los beneficios nutricionales del caldo de gallina?

  1. Abundante en colágeno: el caldo de gallina, especialmente cuando se prepara con huesos y cartílagos, es una excelente fuente de colágeno.
  2. Fortalece el sistema inmunológico: tiene aminoácidos, como la cisteína, que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir infecciones.
  3. Mejora la digestión: es fácil de digerir y puede ayudar a mejorar la salud digestiva.
  4. Fuente de minerales: este caldo es rico en minerales como calcio, magnesio, fósforo y potasio, que son vitales para la salud ósea y el funcionamiento adecuado del sistema nervioso y muscular.
  5. Hidratación y nutrición profunda: es una excelente manera de mantenerse hidratado mientras se obtiene una dosis concentrada de nutrientes esenciales.
  6. Propiedades antiinflamatorias: los compuestos presentes en el caldo de gallina tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y aliviar el dolor articular.

¿Cómo preparar el caldo de gallina para fortalecer los huesos?

Cocinar este caldo en casa es simple y te permite aprovechar de todos sus nutrientes esenciales:

Ingredientes

  • 1 gallina entera
  • 2 litros de agua
  • 1 cebolla grande, picada
  • 2 zanahorias, peladas y en rodajas
  • 2 ramas de apio, en rodajas
  • 2 dientes de ajo, picados
  • 1 hoja de laurel
  • 1 ramita de tomillo fresco
  • Sal y pimienta al gusto
  • Perejil fresco para decorar
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Instrucciones

  1. Preparación de los ingredientes: lava bien la gallina bajo agua fría y córtala en trozos medianos. Corta las verduras en trozos medianos.
  2. Sofreír las verduras: en una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla, el ajo, la zanahoria y el apio. Sofríe durante unos 5-7 minutos, hasta que las verduras estén tiernas y fragantes.
  3. Agregar la gallina: añadir los trozos de gallina a la olla. Cocina por unos minutos, removiendo ocasionalmente, para que se mezclen los sabores.
  4. Añadir agua y hierbas: vierte los 2 litros de agua en la olla. Añade la hoja de laurel, la ramita de tomillo, sal y pimienta al gusto.
  5. Cocción lenta: lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Deja que hierva a fuego lento durante al menos 1.5 a 2 horas, removiendo ocasionalmente y desespumando la superficie si es necesario.
  6. Colar el caldo.
  7. Ajustar el sabor: prueba el caldo y ajusta la sal y la pimienta según tu preferencia.
  8. Servir el caldo caliente y disfrutar.