En una decisión que está generando fuerte controversia, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) ha comenzado a compartir datos confidenciales de contribuyentes con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para identificar y localizar a inmigrantes indocumentados con órdenes de deportación.
Fuentes cercanas al proceso confirmaron que este intercambio de información es parte del plan de deportaciones masivas impulsado por el presidente Donald Trump.
El acuerdo, firmado en abril entre el Departamento del Tesoro y el DHS, autoriza el acceso a nombres, direcciones y datos fiscales con el argumento de que muchos de estos individuos ya enfrentan procesos judiciales o investigaciones criminales federales.
El gobierno federal y el IRS trabajan en conjunto: un acceso a gran escala sin precedentes
Aunque el IRS ya ha entregado datos fiscales en casos puntuales previstos por la ley, nunca antes se había registrado un traspaso de información de esta magnitud para aplicar leyes migratorias.
Según revelaron las fuentes, el ICE solicitó datos de 1,23 millones de personas, pero menos del 5 % de las coincidencias solicitadas fueron confirmadas por el IRS debido a la falta de correspondencia exacta en los registros.
Este resultado habría generado molestia en la Casa Blanca, que esperaba una cantidad mucho mayor de información para acelerar las detenciones.
Tensiones internas, renuncias y críticas
La medida no estuvo exenta de resistencia. Dentro del IRS, varios funcionarios de carrera expresaron preocupaciones sobre la legalidad del acuerdo y el impacto en la confidencialidad de los contribuyentes. El clima de tensión llevó a la renuncia de altos mandos a principios de año y coincidió con la salida del comisionado Billy Long.
Abogados de organizaciones proinmigrantes advirtieron que esta cooperación podría romper el principio de confidencialidad fiscal y abrir la puerta a que agencias federales accedan a datos privados sin una orden judicial, lo que podría violar las leyes de privacidad tributaria de Estados Unidos.
El IRS posee información de millones de inmigrantes indocumentados que, pese a su estatus, cumplen con sus obligaciones fiscales con la esperanza de demostrar buena conducta y mejorar sus posibilidades en procesos migratorios. Sin embargo, este acuerdo podría disuadir a muchos de seguir pagando impuestos por temor a ser localizados y deportados.