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Estados Unidos sorprendió al deportar a cinco inmigrantes hacia la nación africana de Eswatini en el marco de un programa secreto que busca enviar personas que permanecían ilegalmente en el país a naciones donde no tienen vínculos previos, en vez de a su país de origen.

Esta medida, que involucra a ciudadanos de Vietnam, Jamaica, Cuba, Yemen y Laos, fue confirmada por el Departamento de Seguridad Nacional y ha generado fuertes críticas por parte de organizaciones de derechos humanos.

Las autoridades estadounidenses aseguran que estos individuos fueron condenados por delitos graves, como asesinato y abuso infantil, y que sus países de origen se negaron a recibirlos de vuelta.

Sin embargo, la decisión de enviarlos a un país tan distante y con antecedentes altamente cuestionados en materia de derechos humanos abrió un intenso debate internacional.

¿Por qué Estados Unidos deporta inmigrantes a Eswatini?

La deportación a Eswatini se enmarca en una nueva política que permite a Estados Unidos enviar a inmigrantes a "terceros países" cuando sus países de origen rechazan recibirlos.

Este procedimiento fue reforzado durante la administración Trump y recientemente avalado por la Corte Suprema, lo que habilitó traslados similares a Sudán del Sur y otras naciones africanas.

Según el gobierno estadounidense, estos casos involucran a personas consideradas peligrosas, a quienes ningún país quiere recibir.

Para los críticos, como organizaciones legales y defensores de derechos humanos, este sistema se realiza con poca transparencia y deja a los deportados en una situación de riesgo, ya que a veces son enviados a lugares con altos índices de violaciones a los derechos humanos.

¿Qué ocurre con los inmigrantes deportados a este país desconocido?

Los cinco hombres enviados a Eswatini permanecen en centros de detención en régimen de aislamiento, según informó el propio gobierno de ese país. Aunque las autoridades eswatinas los consideran "en tránsito" y prometen respetar el debido proceso, no han aclarado cuándo ni cómo serán devueltos a sus países de origen.

Eswatini, antes conocido como Suazilandia, es una monarquía absoluta con antecedentes graves de represión y violaciones a los derechos humanos.

Por este motivo, ONGs como Amnistía Internacional y la Alianza Nacional de Litigio Migratorio advirtieron sobre el peligro al que están expuestos los deportados, señalando que podrían enfrentar condiciones inhumanas y hasta torturas mientras permanezcan en ese territorio.