En medio del cierre parcial del gobierno federal, la gobernadora Kathy Hochul anunció una inversión estatal de más de 11 millones de dólares para mantener la asistencia alimentaria en funcionamiento y evitar que millones de neoyorquinos queden sin apoyo.
La medida busca compensar el recorte de fondos federalesdel Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), afectado por la parálisis presupuestaria nacional.
Nueva York busca garantizar la comida en la mesa
A través de un comunicado oficial, Hochul informó que más de USD 5 millones se destinarán a subvenciones para Equipos Locales de Ayuda Alimentaria de Emergencia, mientras que otros USD 6 millones financiarán una alianza con Feeding New York State y los 10 bancos de alimentos regionales.
El objetivo: sostener la distribución de comida en comedores populares, despensas y organizaciones comunitarias que atienden a las familias más vulnerables.
"Mientras la Administración Trump priva de fondos a los programas federales de asistencia alimentaria, Nueva York invierte directamente en sus comunidades", expresó la mandataria, quien calificó la decisión del expresidente como "indefendible".
Crisis por la suspensión de SNAP: más de tres millones de neoyorquinos en riesgo
Según datos oficiales, más de tres millones de residentes del estado -entre ellos 750 mil niños- enfrentan algún grado de inseguridad alimentaria. La falta de fondos federales pone en jaque la continuidad de beneficios como SNAP, por lo que la gobernadora dispuso recursos propios para garantizar el acceso a alimentos básicos.
El Departamento de Conservación Ambiental (DEC) será el encargado de distribuir los fondos, con un enfoque que combina ayuda social y sostenibilidad ambiental.
"Los programas de alimentos son esenciales en la lucha contra el hambre", destacó Kathleen Stress, directora ejecutiva interina de Feeding New York State.
Los detalles del proyecto social de Nueva York
El plan contempla la financiación de 97 proyectos locales en distintas regiones de Nueva York, entre ellos la compra de camiones refrigerados, cámaras frigoríficas y generadores que mejorarán la capacidad de almacenamiento y transporte de alimentos.
Entre los beneficiarios se encuentran organizaciones como Despensas de Alimentos del Distrito Capital, Second Chance Foods, The Family Resource Center of Peekskill, y el Fondo Comunitario de Flatbush, entre muchas otras.