La salida de Elon Musk del equipo de trabajo del expresidente Donald Trump marcó un giro inesperado para el futuro del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), y con ello, dejó en suspenso el tan mencionado cheque de estímulo DOGE de $5,000 dólares.
Su salida oficial, ocurrida el pasado 30 de mayo al cumplirse el límite de 130 días permitido para funcionarios especiales, abre interrogantes sobre la continuidad de una propuesta que, para muchos, ya se perfila como una promesa lejana.
¿Qué pasará con el liderazgo del DOGE?
Aunque la Casa Blanca insiste en que el proyecto continúa, lo cierto es que DOGE quedó sin una figura visible que impulse el plan de recorte de gastos federales que, supuestamente, iba a financiar el cheque de $5,000.
Fuentes cercanas a la Oficina de Presupuesto del gobierno de Trump aseguran que se trabaja en la designación de un nuevo liderazgo. Sin embargo, los analistas coinciden: la salida de Musk dejó un vacío difícil de llenar.
Además, la dependencia de DOGE respecto a los secretarios del gabinete trumpista ha generado tensiones internas y desacuerdos estratégicos. Según Russ Vought, actual jefe de presupuesto, "el proceso de reestructuración está en marcha", pero los avances concretos siguen siendo escasos.
¿Fin de la ilusión del cheque estímulo DOGE?
La propuesta inicial -liderada por James Fishback, CEO de Azoria- apuntaba a distribuir $400,000 millones de dólares entre más de 70 millones de hogares, lo que equivaldría a un cheque de estímulo de $5,000 por contribuyente. El plan preveía financiarse con los ahorros generados por DOGE, estimados en un 20% de los $2 billones de dólares en recortes.
Pero los números nunca terminaron de cerrar. Para febrero, Fishback admitía que los supuestos ahorros reales apenas alcanzaban los $175,000 millones, lo que reducía la ayuda potencial a $2,200 dólares por hogar. Este nuevo cálculo, mucho más modesto, terminó por enfriar el entusiasmo de muchos votantes.
A pesar de que la Casa Blanca no ha descartado oficialmente el proyecto, el panorama actual deja entrever que el cheque DOGE de $5,000 dólares está lejos de convertirse en ley. Sin Musk al frente, con un respaldo político erosionado y sin cifras concretas que respalden la viabilidad financiera, la propuesta luce más como un eslogan de campaña que como una política económica seria.
El futuro del cheque de estímulo DOGE está más incierto que nunca, y todo indica que quienes esperaban ese alivio económico deberán seguir esperando... o mirar hacia otras alternativas de ayuda federal.