Según información compartida por la Universidad de Harvard, se recomienda en EE. UU. realizar al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada cada semana. Actividades como el cuidado del jardín pueden ser una excelente manera de alcanzar esta meta, ya sea concentrando el esfuerzo en el fin de semana o distribuyéndolo a lo largo de la semana.
Después de una tarde dedicada a rastrillar hojas o a sacar malas hierbas, es posible que te preguntes cuánto cuenta realmente esa actividad para tu cuota diaria de ejercicio. La respuesta puede sorprenderte, ya que el esfuerzo realizado puede ser más significativo de lo que imaginas.
La doctora I-Min Lee, profesora en la Escuela de Medicina de Harvard, señala que muchas tareas de jardinería requieren un esfuerzo que las clasifica como ejercicio de intensidad moderada. Por ejemplo, actividades como rastrillar o mover tierra pueden alcanzar al menos 3 METs, una medida estándar utilizada para evaluar el esfuerzo físico.
Participar en actividades al aire libre puede ofrecer beneficios adicionales para la salud. Tareas del jardín y el patio, como cavar, mover tierra y esparcir compost, así como recoger recortes de césped o hojas, fortalecen diferentes grupos musculares, incluidos los de las piernas, brazos y abdomen. Además, las pautas de ejercicio sugieren realizar ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos veces por semana. Otro aspecto positivo es que, al igual que actividades como caminar, nadar y bailar, trabajar en el jardín o en el patio presenta un bajo riesgo de lesiones en comparación con actividades más intensas como correr.
Beneficios de la jardinería: mejora la salud física y mental según la ciencia
Un estudio de 2023 publicado en The Lancet Planetary Health revela beneficios significativos para la salud general derivados de la jardinería. En esta investigación, se involucró a casi 300 adultos sin experiencia previa en jardinería. La mitad fue asignada a un grupo de jardinería comunitaria, mientras que el resto tuvo que esperar un año para comenzar. Todos los participantes usaron monitores de actividad y completaron encuestas periódicas sobre sus hábitos alimenticios y salud mental.
Los individuos del grupo de jardinería aumentaron su actividad física en aproximadamente 42 minutos semanales. Además, consumieron un 7% más de fibra diaria, posiblemente debido a que consumieron lo que cultivaron, en comparación con quienes no jardinearon. También, los jardineros reportaron una disminución notable en el estrés y la ansiedad. Estos cambios contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Otras investigaciones sugieren que la jardinería mejora tanto la salud física como mental, independientemente de si se cultivan flores o plantas ornamentales.
Si disfrutas de la jardinería y el trabajo en el jardín, puede ser una excelente manera de alcanzar tus objetivos de ejercicio y mejorar tu salud cardiovascular, afirma Dr. Lee. "La clave es realizar actividades que te gusten, ya que es más probable que te comprometas a hacerlas de manera constante", añade.