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¿Qué es el melanoma?
La detección temprana del melanoma es crucial para un tratamiento efectivo. Los signos incluyen cambios en la forma, color o tamaño de los lunares existentes, así como la aparición de nuevas manchas en la piel. Se recomienda realizar autoexámenes regulares y consultar a un dermatólogo ante cualquier cambio sospechoso.
¿Cuáles son los síntomas del melanoma?
Los primeros signos y síntomas del melanoma suelen ser:
- Un cambio en un lunar existente
- La formación de un nuevo bulto pigmentado o de aspecto inusual en la piel.
El melanoma no siempre comienza como un lunar. También puede aparecer en la piel de aspecto normal. Características de los lunares inusuales que pueden indicar melanomas:
- Busca lunares con forma irregular
- Busca lunares con bordes irregulares, cortes u ondas
- Busca crecimientos con muchos colores o distribución desigual
- Busca nuevos crecimientos en lunares que tengan más de 1/4 de pulgada
- Busca cambios en el tiempo, como un lunar que crece de tamaño o cambia de color o forma.
- Melanomas ocultos pueden formarse en partes del cuerpo con poca o ninguna exposición al sol, como: melanoma debajo de una uña, en la boca, el tubo digestivo, las vías urinarias o la vagina o en el ojo.
¿Cómo saber si una persona tiene melanoma?
El diagnóstico de melanoma comienza con un examen físico en el que el médico revisa la piel del paciente y pregunta sobre su historial médico para identificar signos sospechosos. Si se encuentra una lesión que podría ser un melanoma, se recomienda realizar una biopsia, que consiste en extraer una muestra de tejido para su análisis en laboratorio. Dependiendo de la situación, se puede optar por una biopsia con sacabocados o una biopsia por escisión, donde se retira el lunar y un margen de tejido sano.
Una vez diagnosticado el melanoma, el siguiente paso es determinar su estadio. Esto implica medir el espesor del melanoma y verificar si se ha diseminado a los ganglios linfáticos mediante una biopsia de ganglios linfáticos centinela. Además, en casos avanzados, se pueden realizar pruebas por imágenes para detectar la posible diseminación del cáncer a otras partes del cuerpo. Los estadios del melanoma se clasifican del 0 al IV, siendo el estadio 0 e I los más tratables, mientras que el estadio IV indica que el cáncer se ha diseminado a otros órganos.
¿Cuál es el mejor tratamiento para el melanoma?
Para tratar o prevenir el melanoma, es fundamental realizar un diagnóstico temprano. Los melanomas en etapa inicial suelen ser tratados con cirugía para extirpar el tumor y en algunos casos, no se requiere tratamiento adicional. La detección temprana a través de autoexámenes regulares de la piel y chequeos dermatológicos puede ayudar a identificar cambios sospechosos en las manchas o lunares, lo que permite un tratamiento más efectivo.
En casos donde el melanoma se ha diseminado más allá de la piel, las opciones de tratamiento incluyen la cirugía para extirpar ganglios linfáticos afectados, inmunoterapia, terapia dirigida, radioterapia y quimioterapia. Cada uno de estos tratamientos se adapta a la situación específica del paciente, considerando el tamaño del melanoma y su propagación. La elección del tratamiento debe ser discutida con un equipo médico especializado.
Además de los tratamientos médicos, la prevención del melanoma incluye medidas como el uso de protector solar, evitar la exposición excesiva al sol y realizarse chequeos regulares con un dermatólogo. La educación sobre los factores de riesgo y la importancia de la protección solar son claves para reducir la incidencia de este tipo de cáncer de piel.
Melanoma: posibles factores de riesgo
Entre los factores de riesgo para el melanoma se incluyen tener piel clara, antecedentes de quemaduras solares, exposición excesiva a la radiación ultravioleta, vivir cerca del ecuador o a gran altitud, tener muchos lunares o lunares inusuales, antecedentes familiares de melanoma y un sistema inmunitario debilitado. Estos factores aumentan la probabilidad de desarrollar esta forma de cáncer de piel.