Longevidad: un estudio científico reveló cuántas tazas de té hay que tomar por día para envejecer más lento
Una investigación estableció cuál es la cantidad óptima de esta infusión que se debe consumir por día para aprovechar sus beneficios.
Un estudio reciente reveló un dato sorprendente: la cantidad exacta de tazas de té que se deben consumir al día para ralentizar el proceso de envejecimiento. Esta investigación ofrece nuevas perspectivas sobre cómo esta infusión puede influir en la longevidad.
Además de sus beneficios conocidos para la salud, como la mejora de la digestión y la reducción del estrés, el té podría jugar un papel crucial en la preservación de la juventud.
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Cuántas tazas de té se deben tomar para potenciar la longevidad
Un estudio reciente, publicado en The Lancet Regional Health-Western Pacific, analizó a casi 14.000 personas en China y el Reino Unido.
Los investigadores descubrieron que quienes toman alrededor de tres tazas de esta infusión al día, o entre 6 y 8 gramos de hojas de té, muestran marcadores de salud más favorables en comparación con quienes beben menos o nada. Entre estos índices se encuentran la presión arterial y el colesterol, ambos relacionados con el envejecimiento.
Los efectos del té no se limitan a un solo tipo. Si bien investigaciones anteriores se centraban en el té verde, los científicos han encontrado que el té negro también proporciona beneficios comparables.
Estos efectos antiedad se atribuyen a los polifenoles, compuestos naturales que favorecen la salud intestinal y apoyan el sistema inmunológico, el metabolismo y la función cognitiva.
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Qué hábitos contribuyen al envejecimiento
Ciertos hábitos de vida pueden acelerar el envejecimiento biológico, afectando negativamente la salud y la longevidad. Entre los más destacados se encuentran:
- Fumar: el tabaco deteriora la piel y los órganos, acelerando el envejecimiento celular.
- Alimentación inadecuada: dietas ricas en alimentos procesados y grasas trans aumentan el estrés oxidativo.
- Sedentarismo: la falta de ejercicio disminuye la masa muscular y la capacidad cardiovascular.
- Falta de sueño: dormir mal interfiere con la reparación celular y acelera el envejecimiento.