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Escuchar a alguien hablar solo en voz alta suele despertar sorpresa e incluso preocupación. Durante años, esta conducta se asoció con la rareza o con algún problema mental. Sin embargo, la psicología moderna asegura que no es necesariamente negativo.
De hecho, varios estudios señalan que verbalizar los pensamientos puede traer beneficios para la memoria, la concentración e incluso para el bienestar emocional. Entonces, ¿Qué dice realmente la ciencia sobre este hábito tan común?
Según la psicología, hablar en voz alta no es un signo de locura
Históricamente, hablar en voz alta con uno mismo estuvo rodeado de estigmas y prejuicios. Pero investigaciones actuales apuntan en otra dirección. El profesor Gary Lupyan, de la Universidad de Wisconsin, sostiene que este acto no tiene nada de irracional, sino que ayuda a organizar mejor la mente.
En un experimento, se observó que las personas que nombraban en voz alta lo que veían podían localizar objetos con mayor rapidez que quienes lo hacían en silencio. La explicación es que, al verbalizar, el cerebroactiva información visual que favorece la precisión en el reconocimiento.
Por eso, lejos de ser un síntoma de enfermedad, hablar solo puede ser una herramienta para potenciar capacidades cognitivas y mejorar la atención.
¿Cómo hablar en voz alta ayuda a la memoria?
El llamado "autodiálogo" funciona como un recurso útil para ordenar ideas y reforzar la memoria. Expresarse en voz alta permite estructurar mejor los pensamientos y, en consecuencia, facilita la resolución de problemas.
Además, este hábito cumple un rol emocional: hablar con uno mismo puede actuar como una especie de socialización interna, un espacio para gestionar sentimientos y pensamientos de manera más clara.
¿Cuándo puede ser una señal de alerta?
Aunque se trata de una práctica con múltiples beneficios, existen situaciones en las que hablar solo merece atención. Si viene acompañado de pensamientos delirantes, alucinaciones, aislamiento social o dificultades para llevar una vida cotidiana normal, conviene consultar con un especialista.
En la mayoría de los casos, sin embargo, este gesto no solo es inofensivo, sino que puede convertirse en un aliado de la concentración, la organización y la salud emocional.