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Un equipo de arqueólogos en China descubrió un taller de más de 3.000 años en el yacimiento de Sanxingdui, provincia de Sichuan, con una gran cantidad de piezas y lingotes de oro. El hallazgo, calificado como uno de los más importantes de las últimas décadas, confirma que la antigua civilización Shu producía localmente estos objetos de gran valor.
La excavación reveló miles de artefactos junto a hornos, moldes y herramientas que evidencian un complejo artesanal avanzado para la época. Según los especialistas, el descubrimiento reescribe la historia productiva de la región y descarta que estos objetos hayan sido importados de otros territorios.
Hallazgo del siglo: desentierran un taller repleto de oro en China
Los trabajos arqueológicos comenzaron en búsqueda de piedras preciosas, pero dieron paso a un descubrimiento inesperado: un centro de producción con más de 60.000 piezas, entre ellas ornamentos ceremoniales, lingotes y fragmentos de oro. El lugar también contenía restos de jade, marfil y bronce.
Este hallazgo demuestra que el Reino Shu, asentado en la región hace más de tres milenios, contaba con la tecnología y organización necesarias para fabricar sus propios tesoros. Los expertos lo comparan con los grandes centros culturales de Egipto, Sumeria o el valle del Indo.
Toda la fortuna pertenece al patrimonio de China
Todo el material recuperado quedará bajo custodia del Estado chino y será conservado en instituciones nacionales. El gobierno ha anunciado que parte del tesoro será exhibido en museos para mostrar al público la riqueza cultural y tecnológica de la civilización Shu.
Con este descubrimiento, Sanxingdui consolida su posición como uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo, no solo por la cantidad de oro encontrado, sino por la evidencia de un sistema productivo complejo que sobrevivió miles de años oculto bajo tierra.