Un sorprendente descubrimiento arqueológico fue realizado en Nuevo México, particularmente en un campo de tiro de misiles utilizado por el Ejército de Estados Unidos, y proporciona una nueva fecha al momento en el que los humanos llegaron a América del Norte, desafiando todas las teorías anteriores.
Se trata de una pieza enterrada en White Sands a 100 metros de profundidad, donde huellas humanas se preservaron en arcilla antigua, y fueron halladas en 2019 por un grupo de investigadores de la Universidad de Bournemouth. El coautor de este estudio, publicado en 2021, es Vance Holliday, arqueólogo de la Universidad de Arizona que había investigado ese mismo terreno previamente.
De acuerdo con lo indicado por la facultad, durante losúltimos cuatro años la antigüedad de las huellas de la piedra fue altamente cuestionada. Sin embargo, un reciente estudio realizado por Holliday respalda los primeros hallazgos y confirma el descubrimiento: los humanos llegaron a estos territorios mucho antes de lo que se creía.
Descubrieron las huellas que obligan a reescribir la historia de Estados Unidos
Al momento de su descubrimiento, las huellas evidenciaban que los humanos llegaron al lugar entre 23,000 y 21,000 años atrás. Esta línea de tiempo "cambiaría la comprensión de los antropólogos sobre cuándo se desarrollaron las culturas en América del Norte", asegura la Universidad de Arizona.
Esto se debe a que las huellas son aproximadamente 10,000 años más antiguas de las conocidas hasta el momento gracias a otros registros. Sin embargo, como fueron datadas utilizando como marcador semillas y polen, había quienes sostenían que se trataba de marcadores "poco fiables".
El nuevo artículo publicado recientemente en Science Advances por Holliday utiliza barro antiguo como marcador para datar las huellas y sus resultados respaldan la primera investigación. El barro es de entre 20,700 y 22,400 años atrás, lo que condice con el primer período de tiempo postulado.
"Es una sensación extraña cuando sales y miras las huellas y las ves en persona", afirmó Jason Windingstad, candidato a doctorado en ciencias ambientales que regreso junto a Holliday a White Sands hace algunos años para profundizar en esta nueva investigación. "Te das cuenta de que básicamente contradice todo lo que te han enseñado sobre el poblamiento de América del Norte", aseguró.
El enigma que todavía los científicos no logran descifrar de este descubrimiento
En el marco de la nueva información conocida a través de estas huellas, los científicos se realizaron otro interrogante: ¿Por qué no hay artefactos o señales conocidas de quienes las dejaron?
Si bien aún los científicos no han logrado contestar esta pregunta, una de las principales hipótesis es que los cazadores-recolectores de ese momento tuvieron especial cuidado con sus pertenencias, dada a la escasez de recursos.
"Estas personas viven de sus artefactos, y estaban lejos de donde pueden conseguir material de reemplazo. No están dejando caer artefactos al azar", explicó Holliday, quien reafirmó nunca haber tenido dudas sobre los datos de la primera investigación, pero se mostró optimista frente al amplio registro ahora disponible.