Un desánimo general del empresariado y la industria vinculada al comercio exterior produjeron las declaraciones del presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, respecto a que se había normalizado el pago de importaciones y la liquidación de divisas.


"En las dos últimas semanas se normalizó la liquidación de divisas y pudimos aumentar en casi 50% el pago de importaciones, lo cual posibilitó que se pueda seguir acumulando reservas", destacó el funcionario.


Tras una recorrida efectuada por Transport & Cargo, la unanimidad de las empresas e industrias consultadas coincidió en que no se ha ablandando la situación y que objetivamente la cifra total de importaciones ya efectuadas y no pagadas es incluso mayor que hace cuatro meses, cuando alzaron su voz y recibieron la réplica del propio Vanoli. En aquél tiempo, el retraso se estimaba en unos u$s 5.500 millones. El 50% era por autopartes, el 90% de origen brasileño. Un 25% eran insumos para los armados en Tierra del Fuego, y el 25% restante de diversos mercados. Hoy, el monto atrasado superaría los u$s 6.800 millones.


"Mientras el presidente del Central le pide a los bancos que aumenten los créditos para que vayan a la producción, y que haya más bancarización en las pymes, por otro lado, está frenando el pago a proveedores al retrasar las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI)", dijo a este medio Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI.


El directivo resaltó que, en estos días, recibió varios llamados de empresarios, particularmente preocupados por la elección de Carlos Zannini como candidato a vicepresidente en la fórmula con Daniel Scioli.


"Esto de alguna manera viene a cambiar el humor general que existía en el ambiente en el sentido de que si triunfaba Scioli, lo que venía iba a ser más amigable. Ahora, el nuevo escenario podría implicar la continuidad en el cargo de Alejandro Vanoli y su política para el sector más allá del 10 de diciembre", resaltó Ponce.


En el Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI participan todas las tendencias políticas, De manera implícita, se comenta que de su seno podría salir el futuro Secretario de Comercio Exterior. La entidad reunió a referentes de Scioli, Massa y Macri y logró consensuar un documento con los principales temas que preocupan al sector. Según los analistas, con este nuevo panorama, habrá que ver como se continúa.

Cambia el eje

Según la visión de Miguel Ponce, respecto a las DJAI, existe un traslado del poder que antes tenía la Secretaria de Comercio al Banco Central.


"Hasta hace cinco meses, la aprobación de la DJAI por la Secretaría de Comercio alcanzaba para la realización de la operación comercial. Desde mitad de enero, el Central empezó a tener un rol mucho más activo. La aprobación de la DJAI por parte de la Secretaría sigue siendo una condición necesaria pero no suficiente. Se puede ir con la DJAI aprobada y el Banco Central no se negará a pagar, pero va a pedir más tiempo para efectuar el desembolso y eso siempre es un factor discrecional", enfatizó el director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI.


Tras el cotejo de los principales retrasos en las liquidaciones de las DJAI, se observa una importante preeminencia de aquellas originadas en las economías regionales. A juzgar por los resultados electorales, los productores perjudicados se lo están cobrando con votos, tal las derrotas propinadas al oficialismo en Mendoza, Rio Negro y Santa Fe.


"En Rio Negro, los costos son superiores en un 60% o 70% al precio que está recibiendo el productor. Es imposible. Han sobrevivido menos del 20% de los chacareros que se dedicaban a la producción frutihortícola", recalcó Miguel Ponce.
En medio de todo este enredo, llama la atención el silencio de radio de la dirigencia empresarial reunida en torno a la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA). Su presidente, Diego Pérez Santisteban, detenta el cargo de manera ininterrumpida desde hace más de dos décadas. La simple comparación de políticas en sus años de mandato debiera alcanzarle para pegar el grito en el cielo frente a los duros tiempos por los que atraviesa el comercio exterior en general. No hay que olvidar que en la Argentina, el 70% de lo que se importa se utiliza para producir exportaciones.