El tratamiento del Alzheimer podría cambiar para siempre a partir de un descubrimiento sin precedentes de científicos argentinos. Justamente, encontraron una conexión directa con la osteoporosis, la enfermedad que debilita los huesos.
Los especialistas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) utilizaron en su estudio ratas con avanzada edad y demostraron que aquellos que tenían problemas de memoria también habían sufrido impactos negativos en su salud ósea.
¿Cómo se vincula el Alzheimer a la osteoporosis?
Los científicos argentinos explicaron en la revista Experimental Gerontology y Ageing Research Reviews que las células madre ubicadas en la médula ósea tienden a perder su capacidad de generar tejido cuando el paciente sufre de deterioro cognitivo.
También podrían desarrollar células grasas y la desregulación de la resorción ósea, la cual se trata de un proceso importante que mantiene la salud de los huesos.
La investigación estuvo a cargo de Juan M. Fernández (LIOMM-UNLP-CICPBA) y Gustavo R. Morel (INIBIOLP-UNLP-CONICET) junto a un equipo conformado por M. Luz Torres, Nahuel Wanionok, Antonio D. McCarthy y Camila Pasquini.
Este descubrimiento será fundamental para impulsar tratamiento que abarquen al Alzheimer y la osteoporosis. Así, tratarán de prevenirlo antes de la aparición o mejorar la calidad de vida de pacientes que ya los tengan.
¿Por qué se produce el Alzheimer y la osteoporosis al mismo tiempo?
El descubrimiento de los argentinos con respecto a la relación de la osteoporosis y el Alzheimer en conjunto provocó que surjan algunas preguntas acerca del motivo por el que se producían al mismo tiempo.
Sumado a la disminución de la calidad ósea y la pérdida de memoria, los expertos hallaron en las ratas una cantidad elevada de estrés oxidativo en la sangre. Esto sería un factor clave para desencadenar ambos padecimientos.
Se trata de un desequilibrio en el organismo entre la producción de radicales libres y la capacidad de los antioxidantes para eliminarlos. Por un lado, podría contribuir a la formación de beta-amiloide en el cerebro, procedimiento típico que desencadena el Alzheimer.
Asimismo, este estrés oxidativo afecta a los osteoblastos (células que forman hueso) y a los osteoclastos (células que reabsorben hueso), lo cual deterioran su funcionamiento correcto.