Una de las principales patologías que suele aparecer en adultos es la hipertensión, un problema crónico relacionado con la presión en la sangre que se trata con una dieta saludable y medicación según el caso.
Sin embargo, esta afección tiene niveles de gravedad que varían según distintos factores que tienen que ver con la intensidad con la que el corazón bombea la sangre y cómo se ve afectada la circulación, según explicó la Biblioteca Nacional de Medicina.
¿Qué es la hipertensión y qué la provoca?
Según la Organización Mundial de la Salud, se puede hablar de hipertensión cuando la presión de la sangre en los vasos es demasiado alta (de 140/90 mmHg o más). Pese a que se trata de un problema frecuente, la entidad mundial remarcó que "puede ser grave si no se trata".
Por otro lado, el sitio especializado MedlinePlus explicó que "la presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo".
La OMS señaló que esta afección sanguínea "a veces no causa síntomas" y que la única forma de detectarla es "tomarse la tensión arterial". Sin embargo, también indicaron que el riesgo de sufrir hipertensión puede aumentar en los siguientes casos:
- Edad avanzada.
- Causas genéticas.
- Sobrepeso u obesidad.
- Falta de actividad física.
- Comer con mucha sal.
- Beber demasiado alcohol.
¿Cuáles son los principales síntomas de presión alta?
Pese a que los especialistas que estudian la salud coinciden en que "la mayoría de las personas que padecen hipertensión arterial no lo saben, porque no tienen ningún síntoma", hay algunos casos donde se puede detectar.
Según Mayo Clinic, los principales signos para detectar esta patología sanguínea son los siguientes:
- Dolores de cabeza.
- Falta de aire.
- Sangrados nasales.
¿Cómo controlar la hipertensión?
Pese a que lo más importante en caso de detectar síntomas de presión alta es consultar un médico, la OMS también explicó cuáles son las prácticas que permiten mejorar la situación por fuera de los remedios y la consulta obligatoria:
- Optar por una dieta saludable y baja en sal.
- Bajar de peso, en caso de padecer sobrepeso.
- Practicar actividad física.
- Dejar de fumar.
El mismo organismo internacional puntualizó que los valores recomendados son 120/80 y se suelen regular con el tratamiento que brinde un especialista hasta "un nivel que dependerá de las otras enfermedades que padezca".