Desde su creación en 1991, en la agenda regional del Mercosur se produjeron diversas deliberaciones referidas a temas como propiedad intelectual, producción y acceso a medicamentes, sistemas universales de salud, garantía de inclusión del pueblo en las políticas de salud, implementación de un reglamento sanitario internacional, la vigilancia sanitaria regional de enfermedades contagiosas, una política de salud fronteriza y el fortalecimiento de la atención primaria de la salud, entre otros. Sin embargo, estos últimos aspectos, referidos al área de Salud del Mercado Común del Sur, se destacan por haber sido especial objeto de constante debate en las reuniones del grupo.

Los países del Mercosur se encuentran todavía ante el desafío de amalgamar sus heterogéneos Sistemas de Salud en pos de poder consolidar una legislación armónica entre los distintos países que componen el bloque. Aún así, si el foco no lo pusiéramos en el sistema en sí mismo, en sus acuerdos, políticas o legislaciones o su grado de heterogeneidad o fragmentación, sino en la atención sanitaria que realmente se brinda a las personas en esos países, el análisis cobra mayor dificultad.

Podemos dar cuenta de la cantidad de resoluciones por parte del Mercosur en materia de salud, y al mismo tiempo podemos mostrar que se carece de mecanismos de aplicación real de tales resoluciones. Por ello, podremos ver que cada país miembro del Mercosur implementa su propia forma de atención a los extranjeros. En Argentina, se atiende prácticamente a toda persona que se presente en un Hospital de modo gratuito. En el caso de Paraguay, la atención en hospitales públicos es paga, sin distinguir entre ciudadanos Mercosur y ciudadanos no-Mercosur, y uno está obligado a ingresar al país con un seguro médico. En Brasil, pudimos observar que la atención primaria de la salud requiere únicamente la presentación de la documentación, y se es atendido de modo gratuito. Por último, en Uruguay, se cobra al igual que en Paraguay un arancel a los extranjeros, sin distinguir entre ciudadanos Mercosur y no-Mercosur, no habiendo de este modo reciprocidad con la Argentina.

Lo paradójico que plantea este análisis es que, siendo que en Argentina (por citar un ejemplo) los ciudadanos paraguayos y bolivianos se atienden y viajan especialmente para ser atendidos de modo gratuito en los hospitales públicos, no se encuentra reciprocidad en lo que reciben los ciudadanos argentinos en Bolivia, Paraguay, o Uruguay. ¿Estamos ante una grave falencia en la legislación del Mercosur?

Ante estos serios problemas de salud que tiene hoy el Mercosur, habrá que buscar la receta para subsanar la carencia de un acuerdo común para homogeneizar la atención primaria de la salud en este Mercado Común del Sur. Si bien, como hemos explicado al principio, existe cooperación entre distintas áreas en lo referido a prevención de enfermedades y propagación de epidemias, así como acuerdos en cuanto a la salud en las fronteras, el Mercosur posee aún grandes desafíos en materia de salud, fruto de las diversas condiciones políticas, económicas y sociales de cada uno de los países que lo integran.