La venta de café en locales gastronómicos se retrajo, por el menor consumo y, también, por el impacto de la menor llegada de turistas, explica Mario Bianco, presidente de Segafredo Zanetti en la Argentina, un grupo italiano de café con ventas por 1.500 millones de euros en más de 100 países.
Sin embargo, sus ventas siguen creciendo, al ampliar la cantidad de locales gastronómicos que sirven su café y a la expansión desde la Argentina hacia otros países de Sudamérica, aclara el ejecutivo argentino, quien prevé un buen 2013, en parte también por sus propios proyectos: prevé comenzar a vender máquinas de café espresso con cápsulas para el hogar, un negocio de fuerte crecimiento en los últimos años.
La venta en locales gastronómicos se redujo un 10% frente al año pasado, porque hubo menos consumo y también menor cantidad de turistas, ya que tenemos importantes clientes en zonas como Palermo, Las Cañitas y Puerto Madero. Nosotros lo compensamos con más puntos de venta, nuestro café está en 2.000 locales gastronómicos en todo el país. En facturación, crecemos de 15% a 20% este año, frente a los $ 20 millones de 2011. Pero en volumen las ventas son similares o apenas 1% superiores. Es el primer año que casi no crecemos en volumen. De todos modos, para la Argentina es un país importante para la empresa por la cultura que hay del café. En los últimos 15 años creció muchísimo, la gente hoy camina para elegir su café, hay cursos y catas. También vendemos café molido en supermercados, donde la venta está estable, pero nos aporta sólo el 15% a 20% de las ventas, ya que desde el principio nos enfocamos a locales gastronómicos para difundir la marca, que era conocida internacionalmente, explica Bianco.
¿Cuánto café se consume en la Argentina?
Cerca de un kilo per cápita. Si bien no es tan alto como en los países nórdicos (en Finlandia se consumen unos 10 kilos), hay una cultura del consumo de café, el consumidor es exigente. ¿Van a ingresar al creciente mercado local de máquinas de café hogareñas?
Sí, para 2013 esperamos vender las máquinas al público, con cápsulas de tres orígenes distintos (Costa Rica, Perú y Brasil), espresso y descafeinado, a través de cadenas de electrodomésticos y supermercados. Estamos trabajando en eso.
¿Tuvieron problemas para importar café y máquinas?
No, porque también exportamos a Sudamérica. Vendemos desde la Argentina a Uruguay, Colombia y recientemente llegamos a Paraguay y Bolivia. Para 2013, tenemos previsto comenzar también en Perú y Ecuador. El Gobierno nos pidió que vendiéramos a otros países, pero ya en 2007 teníamos prevista la expansión. Además, la vajilla, que pertenece a un diseño especial de Segafredo para conservar el calor del café, la producimos hoy en la Argentina, a través de un tercero, al igual que los carteles luminosos para los locales gastronómicos.
¿Cuáles son las expectativas para 2013?
Prevemos seguir creciendo al sumar más puntos de venta y con nuevos productos, como las cafeteras hogareñas con cápsulas. Es importante seleccionar los puntos de venta, porque en los últimos años subieron los alquileres, los sueldos y los costos fijos, que afectaron a los locales. De todos modos, no creo que el consumo siga en caída, estimo que se recuperará. Proveemos a los comercios máquinas en comodato, según su ubicación, imagen y target de consumo, y la vajilla, además del café.
¿Qué evaluación hace de la economía del país?
Hay una pequeña incertidumbre, pero creo que la Argentina puede seguir creciendo en términos económicos, si bien no a niveles tan altos como en años previos.
¿Le preocupa la inflación?
Sí, es algo que preocupa, porque afecta a nuestros clientes, es decir, a nuestros puntos de venta, porque les suben sus alquileres, los gastos fijos, los salarios... Se quejan mucho de los aumentos.
¿Los afectó el control cambiario para girar divisas?
Acompañamos el modelo de desarrollo nacional, llevamos 12 años en el país y no giramos dividendos porque tenemos políticas de inversión en recursos, gente, expansión, máquinas. Reinvertimos todo.