La innovación debe formar parte de la cultura de las empresas, no un área de las mismas. Para que eso suceda, se necesita que las compañías se transformen, poniendo al consumidor o cliente en el centro, fomentando estructuras horizontales dentro de la compañía para generar respuestas ágiles, agudizando la escucha y la mirada, hacia adentro y el entorno, siendo flexibles para probar y ajustar, y asumiendo riesgos que puedan llevar al error, algo que debe ser tolerado para, así, también resultar en un aprendizaje.
Esas son algunas de las conclusiones del Webcast sobre Innovación, realizado por El Cronista y KPMG, del que participaron Álvaro Casalins, socio de Digital Enablement de KPMG Argentina; Nicolás Pimentel, fundador de Becoming (agencia de innovacion y transformacion); Mariana Camino, socia y presidente de Abeceb; y Laura Gé, miembro del directorio de Banco Santander Argentina y de Farmacity, y asesora ejecutiva de Sancor Seguros.
"Trato de convencer a las empresas que la innovación no es un sustantivo, sino un verbo; es parte de una cultura, ya debe estar incorporada en las compañías; no es otra cosa es tener al consumidor o al cliente como centro, pero de verdad, entendiendo sus necesidades insatisfechas, midiendo, iterando y volviendo a medir, todo el tiempo. La innovación debe estar inmersa en la cultura, como un verbo, un hacer, no como un ítem en un check list,entre otras cosas a hacer", comenzó, en el inicio, Nicolás Pimentel, de Becoming.
Mariana Camino, de Abeceb, coincidió con esa definición y destacó que la innovación "es una acción recurrente, permanente, un cambio de mindset. La pandemia está generando esta aceleración de tendencias y la innovación es una actitud frente al cambio, ubicando al cliente y a las tendencias en el centro. Debe formar parte de la cultura, para que la empresa pueda mantenerse o crecer ante el cambio de paradigma".
En tanto, Laura Gé, de Banco Santander Argentina y Farmacity, describió las cualidades que deben tener las compañías y los líderes para fomentar la innovación dentro de la cultura empresarial. "La innovación atraviesa a la compañía; hace 15 años, no se hablaba de innovación como cultura de la empresa, porque era generalmente sólo un área foco; ahora ya debe estar embebido en el ser y en el deber ser de las empresas. Para que una empresa sea innovadora, debe tener una cultura que tolera el error, que permite el probar, errar y ajustar; una cultura que toma riesgos, que está constantemente mirando la realidad; debe tener una escucha y mirada muy abiertas, para poder aumentar la velocidad de los cambios, más ahora con la pandemia. Debe ser una cultura flexible, porque no solo debe mirar la realidad, sino tener la capacidad interna para hacer ajustes. Con las estructuras verticalistas que había antes era difícil tener esa agilidad; por eso, se habla tanto del trabajo por células o por proyectos, con formas de estructura organizacionales más líquidas, horizontales, que permitan llevar a cabo estos ajustes en tiempo y forma. Pero también debe ser una cultura coherente, por ejemplo, no castigando el error al asumir riesgos". Un líder debe tener esas cualidades y facilitar esa cultura dentro de la empresa, agregó. "La innovación es un must, no una elección; son ideas nuevas, de ajuste constante de la realidad, estando en línea con la realidad como objetivo mínimo pero tratando de estar, en lo posible, un paso más adelante", destacó Gé.
Sobre este último punto, Álvaro Casalins, de KPMG Argentina, destacó que "las empresas deben tener ese músculo para transformarse y plantear las organizaciones a prueba de futuro; no solo estar a la altura del entorno, sino tratar de estar un paso adelante, como dijo Laura. Como el entorno es muy cambiante, el liderazgo es clave; los líderes deben tener una visión de futuro clara que deben poder transmitir a los demás, sus colaboradores; pero también es central poder trasladar ese liderazgo a estructuras más horizontales, donde cada colaborador tenga la misión de llevar adelante esa visión transformadora, con el ejercicio de poder transformarse, poder fallar, y no llamarlo fracaso, si de ese error aprendemos algo y no pusimos en riesgo la compañía".
Pimentel subrayó dos palabras que considera clave y que "son subestimadas; pero si las estimamos, pueden hasta ser aceleradores de la innovación: la curiosidad y colaboración. Si las empresas empiezan a disciplinar la curiosidad y la colaboración, la innovación puede ver resultados tangibles en plazos muy cortos. Para poder adelantarse, como dijo Laura, debe ser una empresa curiosa, que se aliente la curiosidad. Pero también que vea cómo ayudar a que cada colaborador pueda generar el hábito para absorber lo que pasa y los cambios en los negocios. Aprender de un error y transformarlo en aprendizaje es importante".
Por otra parte, Casalins aseguró que el costo de las tecnologías para impulsar una transformación empresaria ya no es una barrera. "Hoy hay más tecnología disponibles a las que podemos acceder, el costo ya no es una barrera, hay otra barreras relacionadas a la cultura de la empresa y del liderazgo. Hoy se puede acceder a plataformas de clase mundial a un costo por uso, con inteligencia artificial. Permiten obtener y gestionar los datos, para convertirlos en información que permita poder predecir el futuro", advirtió Casalins.
Camino precisó que hoy más del 70% de las Pyme están en proceso de transformación de su negocio. "Hay un desafío de cambio de paradigma, para mantenerse y crecer, soportado en tecnologías como principal catalizador del cambio. Hay una cultura que permite el error, uno va a aprendiendo en el hacer, con la inteligencia colectiva como concepto. Muchas grandes empresas facilitan ese aprendizaje y acompañan a las pymes, como clientes o proveedores, en este proceso. Así se incorpora esta cultura en la cadena de valor. Invertir en tecnología y en equipos para liderar esa transformación es clave hoy", comentó Camino.
Casalins, en tanto, destacó la necesidad de líderes analíticos e intuitivos a la vez. "La intuición es importante, pero también lo es el análisis, tener datos para sustentarlo. Hay que ser intuitivo para hacer la pregunta correcta, pero ser analítico para tener una respuesta sólida, y que no sea solo un relato. El fracaso es no hacer el mejor intento que uno pueda. No ganar o que no salga no es fracaso; si podemos tomar todo lo que aprendimos y convertirlo en un activo, como compañía, así se gana", aseguró.
Sobre el efecto de la pandemia en las organizaciones y sus aprendizajes,Pimentel aseguró que los líderes deben "ser empáticos con los colaboradores, la empatía es fundamental en este contexto". Y agregó que, "en este año y medio de Covid, vivimos una gran limitación, lo cual va a generar en los próximos dos años una emergente de muchas ideas disruptivas nuevas. Hay muchas personas y empresas que le encontraron la vuelta a la limitación y quizás el ejercicio nos permita oportunidades para encontrar soluciones. Hoy quizás hay muchos colaboradores con nuevas ideas, pero si las empresas no tienden puentes para que las compartan quizás los colaboradores las apliquen afuera. Es una oportunidad enorme para la innovación", opinó.
"Para seguir generando cambios, los vasos comunicadores deben poder llevar las ideas para aplicarlas. Los líderes tenemos la responsabilidad en este desafío de la pandemia, que trajo aprendizajes, hay que perpetuarlos en el tiempo. Muchas empresas veía imposible poder ponerse a trabajar virtual o pasar su canal de ventas a digital en poco tiempo, pero pudieron. El imposible ya no es tal; hay que aprovechar la experiencia para entender que lo imposible no existe", destacó, por su parte, Gé.
En tanto, Camino agregó que considera que, de la pandemia, "las empresas van a salir más fortalecidas o más innovadoras, con más cintura para enfrentar cambios". Pero, advirtió, "va a dejar un mundo desigual, con más pobreza y desempleo. Eso será un desafío para todos; las empresas tendrán que adecuar sus ideas de negocios, el Estado adecuar sus políticas públicas para nivelar. Debemos incorporar una mirada más social, preservar el medioambiente, cambiar el sistema de gobernanza; las empresas podemos ser protagonistas en la recuperación", concluyó Camino.