La profesión del urbanista evolucionó en los últimos años. "Ya no se trata simplemente de diseñar una ciudad desde cero, sino de comprender que la metrópoli está compuesta por organismos vivos que se transforman constantemente", afirmó Álvaro García Resta, secretario de Desarrollo Urbano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA).
En este sentido, contó que el urbanista moderno debe considerar una amplia gama de factores, desde dinámicas sociales y culturales hasta avances tecnológicos e industriales. García Resta subrayó la importancia de las revoluciones -industrial y tecnológica- en la configuración de las ciudades modernas. Estos cambios impactan tanto en la productividad, como en la vida de las personas, lo que requiere una comprensión profunda de cómo se conectan los elementos físicos y sociales de una ciudad.
En cuanto a la transformación de la ciudad, señaló que no se trata solo de infraestructura física, sino, además, de comprender las necesidades de la población y aprovechar las oportunidades del espacio. De acuerdo con el funcionario, los urbanistas deben facilitar acuerdos y colaboraciones que permitan la transformación de la infraestructura en mejoras significativas para la vida de las personas.
Por su parte, en el ámbito de los espacios verdes, el secretario destacó la importancia de la innovación y la creatividad en el desarrollo de nuevos parques. Aunque el urbanismo a menudo se presenta de manera simplificada, hizo hincapié en su complejidad y la necesidad de abordar cada proyecto con seriedad y consideración.
García Resta se mostró orgulloso del proyecto del Parque de la Innovación en el ex Tiro Federal, una operación urbana compleja que transformó la dinámica de la zona. Este proyecto demuestra la capacidad de la Ciudad para ser transformada cuando se combina la visión con la convicción y la constancia. Pero, a la vez, la Ciudad de Buenos Aires continúa teniendo espacios en los que es necesario crear condiciones atractivas tanto para el mercado como para los residentes: entre ellos se destaca, especialmente, la zona sur.
Además, destacó la renovación del área de la Facultad de Medicina: "Creo que la transformación de Plaza Houssay fue muy importante por dos motivos: cómo cambió la dinámica del lugar, y por la constancia y la convicción de fuera una oportunidad de transformación para la ciudad. Eso es lo que un poco nos hace sentir orgullosos, es creer que la ciudad es posible de ser transformada. Y, cuando lo miramos en retrospectiva, sabemos que pudimos hacerlo".
En cuanto a esto, la inversión estatal es importante, pero también es fundamental que la zona sea atractiva para vivir, trabajar y desarrollarse. Para poder llevar adelante los proyectos y que sean exitosos, "el acompañamiento del mercado es crucial".
Asimismo, el funcionario resaltó el proceso de conversión del Microcentro porteño: "La pandemia aceleró un proceso de residencialización, que para nosotros era necesario. A partir de la vacancia, que era impensada antes del Covid, con oficinas que se retiraron en forma sincronizada, nos dejó a nosotros el espacio vacío para poder avanzar con la vivienda. Falta instalar el proyecto en el mercado para que se vean las posibilidades de generar anclas".