Durante mucho tiempo, hablar de diversidad de género en el trabajo era hablar de una meta lejana. Hoy, en cambio, las grandes compañías ya no solo lo incluyen en sus discursos, sino también en sus políticas, procesos y decisiones cotidianas. En el marco de la Women Leadership Summit, tres ejecutivas -Ángeles Gnecco (L'Oréal Groupe), Giselle Somale (ABB) y Beatriz Nieto (Dow)- compartieron su recorrido y coincidieron en un mensaje: la igualdad se construye con hechos, con redes y con ejemplos visibles.
Ángeles Gnecco lleva 16 años en L'Oréal, donde comenzó como pasante y hoy dirige la división de Consumo Masivo, con más de 100 personas a cargo. "La maternidad fue un antes y un después en mi vida profesional. Pero aprendí que ser mujer no es un condicionante para crecer", señaló. En su compañía, la equidad de género se traduce en números: el 50% del board y el 60% de los comités de dirección están integrados por mujeres. Además, cuentan con certificación de igualdad salarial y programas de impacto social como Stand Up, contra el acoso callejero, y Belleza para el Futuro, que promueve la inclusión laboral.
"L'Oréal siempre fue pionera. El lema 'Porque yo lo valgo' nació hace más de 50 años, en plena ola feminista. Pero la igualdad no se logra sola: las que estamos arriba tenemos la responsabilidad de abrir camino", agregó.
Por su parte, Giselle Somale, Country Holding Officer de ABB, celebró el cambio cultural que atraviesa la industria. "Se exige más a la mujer, y muchas veces nosotras mismas nos ponemos ese listón más alto. Hay que dejar de esperar a sentirse ‘listas' para el próximo paso", dijo. Para ella, la confianza es clave: "El ‘no' ya lo tenemos. Hay que tirarse a la pileta y aprender a nadar".
Somale también destacó la importancia de crear condiciones reales para la conciliación familiar. "Tuve a mi bebé hace cinco meses, y pude tomarme la licencia completa. Sentí el respaldo de la compañía. Ahí es cuando se ve si las políticas de diversidad son más que un eslogan", afirmó. ABB impulsa programas de mentoría y alianzas con instituciones educativas para promover vocaciones STEM entre mujeres y fomentar el work-life balance como pilar de inclusión.
En Dow, Beatriz Nieto, directora de Ventas y co-líder de la red WIN (Women's Inclusion Network) para la Región Sur, subrayó el rol de las redes internas para impulsar el cambio. La compañía ofrece cuatro meses de licencia parental igualitaria y programas de formación técnica en Bahía Blanca -como el de soldadoras y mecánicas-, donde el 75% de las inscriptas fueron mujeres. "Eso demuestra que hay interés, pero también que hacía falta una puerta de entrada", señaló.
La empresa también mide la diversidad entre sus proveedores, como parte de una estrategia integral. "La igualdad no se limita al talento interno. También está en cómo se construye la cadena de valor", dijo Nieto.
Para las tres, el desafío ahora es que estos avances no sean casos aislados, sino el punto de partida de un cambio estructural. "El talento femenino ya está. Falta seguir visibilizando y sosteniendo el impulso", coincidieron. Porque la diversidad, más que un objetivo, se convirtió en una manera distinta -y más completa- de hacer empresa.