Muy lejos de las polémicas políticas sobre la contratación de familiares en organismos del Estado, en las empresas locales comienzan a prosperar iniciativas para favorecer la inserción laboral de los hijos o parientes de sus propios empleados. Con distintas modalidades pasantías de verano, empleos temporarios o capacitación, apuntan a chicos de entre 18 y 23 años y el objetivo es orientarlos y darles herramientas para su futura llegada al mundo laboral. En Unilever cuentan con prácticas de verano para hijos de empleados, con estudios en curso, desde 2007. Se extienden durante febrero y marzo y a cada participante se le asigna un tutor, generalmente el jefe del área. En los últimos nueve años, más de 350 jóvenes realizaron la práctica en oficinas y plantas de todo el país.
Una cadena de supermercados de origen norteamericano arrancó en 2013 y hoy las prácticas están vigentes en 106 tiendas, la casa central y el centro de distribución, con 158 participantes en puestos reales, con capacitación. "Posibilita que adquieran experiencia de calidad y también, a cada uno, descubrir algo nuevo. El hijo además de descubrir el valor del trabajo, la cotidianeidad de su padre o su madre. Mientras que éstos, los ven desenvolverse con orgullo por primera vez como trabajadores", señalaron en la firma.
En el laboratorio GSK, el programa se desarrolla en enero y febrero, con unos 15 chicos por temporada. "La intención es que tengan una idea de lo que significa trabajar en una organización, tener un horario, ver cómo trabaja un equipo. Más que desarrollar una habilidad concreta, tienen una introducción al mundo del trabajo", advirtió Guillermo García Avogadro, director de Recursos Humanos. "Además, compartir el viaje al trabajo con uno de los padres o almorzar juntos genera nuevos diálogos desde una perspectiva mucho más adulta", agregó el ejecutivo.
El año pasado, se sumó la firma de cosméticos Natura, con un programa ara hijos y hermanos de 18 a 21 años que hayan completado o se encuentren cursando sus estudios universitarios que pueden trabajar en jornadas de seis horas, durante tres meses. Este año, en su segunda edición, participa un grupo de siete jóvenes en distintas áreas. "Buscamos ofrecerles jóvenes una oportunidad que contribuya a su desarrollo integral y también enriquecernos nosotros con su mirada y todo el conocimiento de la compañía que traen desde la experiencia de sus familiares", explicó Carolina Vincenzini, gerente de Recursos Humanos de la empresa. Las prácticas no son las únicas opciones para ayudar a los más jóvenes de la familia del empleado a obtener un primer trabajo, también hay alternativas como capacitarlos y ayudarlos a desarrollar sus propias estrategias de empleabilidad. "La posibilidad de brindar un primer trabajo es muy buena. Pero tener parientes dentro de una misma empresa también es un tema en sí mismo y hay otras compañías que tiene políticas muy claras para evitar conflicto de intereses. Hay muchas empresas que trabajan muy bien pero no hay que hacerlo en piloto automático aseguró Alejandro Melamed, titular de la consultora Humanize Consulting. En general son empresas que tienen un alcance amplio y es probable que los parientes trabajen en distintos sectores. Las empresas que lo hacen tienen muy buenos resultados".