

La memoria no es un archivo estático, sino un proceso dinámico que se transforma con el tiempo. Los recuerdos no se almacenan de manera exacta, sino que cambian y se ajustan a medida que el cerebro reorganiza la información, pero hay una técnica para recordar y ejercitar la memoria.
Esta naturaleza flexible que la caracteriza puede ser aprovechada con ciertas estrategias, y entre ellas, una técnica desarrollada por las Fuerzas Especiales de la Armada de Estados Unidos ha cobrado notoriedad por su efectividad.
Técnica militar para potenciar la memoria: el método de un exmarine
Clint Emerson, exmiembro de una unidad de élite de la Marina estadounidense y autor del libro Escape The Wolf, compartió la técnica que utilizaba durante sus años de servicio para estimular y reforzar su memoria.

Esta estrategia, bautizada por él mismo como "Pensar como un marine", se basa en cuatro etapas fundamentales: asociación, visualización, práctica y agrupación.
Asociación: Consiste en vincular nueva información con elementos ya conocidos o significativos. El uso de rimas, acrósticos o juegos de palabras facilita que el cerebro cree conexiones duraderas.
Visualización: Se trata de generar imágenes mentales claras y vívidas que representen aquello que se busca memorizar. Agregar detalles sensoriales como colores, sonidos o texturas incrementa la fuerza del recuerdo.
Práctica: La repetición activa es esencial. Decir la información en voz alta o escribirla varias veces refuerza la retención y permite que el contenido se asiente en la memoria de largo plazo.
Agrupación: Organizar la información por categorías o temas facilita su recuperación. Esta técnica es especialmente útil cuando se maneja una gran cantidad de datos.
Involucrar los sentidos: el enfoque sensorial del entrenamiento militar
Uno de los pilares del método desarrollado por Emerson es el uso de los sentidos como herramientas para fijar los recuerdos.

Según explica el exmarine, involucrar el sabor, la vista, el olfato y el tacto permite enriquecer la experiencia de aprendizaje y fortalecer la memoria.
La vista es clave para observar el entorno y detectar patrones, una habilidad fundamental en el entrenamiento militar.
El sabor se asocia a recuerdos específicos cuando se identifican los matices de los alimentos.
El aroma puede ser una poderosa vía para evocar recuerdos, al activar zonas del cerebro vinculadas con la memoria emocional.
La textura, por su parte, conecta con la memoria táctil, permitiendo anclar información a través del sentido del tacto.













