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En los últimos años, ha empezado a ganar terreno alrededor del mundo una práctica milenaria de la medicina tradicional asiática: la acupuntura. Ya sea por su antigüedad o los resultados que se evidencian en quienes la han probado, esta técnica despierta un gran interés incluso entre quienes pueden mostrarse más escépticos, según detalla la Universidad de Harvard a través de su blog de salud.

El misterio detrás de este tratamiento radica en que no se basa en medicamentos ni en cirugías, sino en la estimulación de puntos específicos del cuerpo a partir de la inserción de agujas extremadamente delgadas. Las mismas son el instrumento central de la práctica, y aunque a primera vista pueden generar temor, su aplicación se ha perfeccionado al punto de minimizar cualquier tipo de riesgo o efectos secundarios.

Los siglos de tradición y la evidencia científica han conducido a este tipo de terapia a ser de las más requeridas por quienes buscan aliviar algún tipo de dolor crónico. No obstante, los expertos recomiendan que no se la practique sin supervisión profesional y que siempre se recurra a especialistas certificados.

Acupuntura y alivio del dolor crónico

Según las creencias tradicionales chinas, la acupuntura funciona influyendo en el flujo de energía conocido como qi, que recorre el cuerpo a través de doce meridianos. Desde la visión científica, la inserción de agujas favorece la liberación de endorfinas y modula la actividad cerebral vinculada a la serotonina, lo que impacta en el estado de ánimo y la percepción del dolor.

Concretamente, esta práctica suele llevarse adelante para aliviar ciertos tipos de dolencias, tales como:

  • Dolor lumbar.
  • Fibromialgia.
  • Dolores menstruales.
  • Cefaleas
  • Molestias en rodillas y manos.

Cabe destacar que existen diversos estudios que respaldan estos efectos. Una investigación publicada en The Journal of Pain analizó a más de 21,000 pacientes y concluyó que la acupuntura real generó mayor alivio que la simulada o la ausencia de tratamiento, con beneficios que podían extenderse hasta un año. En 2021, otro estudio en Advances in Therapy reveló que los efectos podían prolongarse incluso por dos años en casos de dolor lumbar.

Cómo se administra la acupuntura y sus variantes

A la hora de solicitar una sesión de acupuntura, los habitantes deben tener en cuenta que existen distintos estilos. En la práctica china, las agujas se manipulan y pueden combinarse con calor o estimulación eléctrica. También se utiliza la moxibustión, que implica quemar artemisa cerca de la piel.

En lo que respecta a la versión japonesa, las agujas se insertan de manera más superficial, mientras que la coreana se centra exclusivamente en manos y pies.

Generalmente, un tratamiento incluye entre seis y doce sesiones distribuidas en tres meses, con agujas que permanecen entre 10 y 30 minutos en el cuerpo.

Aunque los efectos secundarios suelen ser leves -como dolor o pequeños hematomas en la zona de aplicación-, la práctica es considerada segura cuando se realiza con material descartable y por profesionales acreditados. Hoy, incluso muchas aseguradoras de salud comienzan a cubrir este tipo de terapias en casos de lumbalgia.

Sin embargo, se aconseja tomar todos los recaudos y consultar previamente con profesionales de la salud antes de someterse a alguna de estas prácticas.