

La industria mexicana no logra hacer despegar su crecimiento: entre enero y octubre de 2025 mostró una contracción de 1.7%, causada por bajas en todos los subsectores que integran el indicador, pero sobre todo las industrias textil y del calzado.
En el caso de la manufactura, el indicador de la actividad industrial marcó una caída de 0.5% en los primeros 10 meses de este año.

En este apartado la industria textil y de calzado tienen varios apartados que muestran contracciones.
Por una parte, la fabricación de insumos textiles y acabado de textiles tuvo una caída anual de 5.7%, otro apartado es la fabricación de productos textiles excepto prendas de vestir, que tuvo una baja de 0.8%.
La fabricación de prendas de vestir fue la que tuvo la caída más pronunciada (-7%), casi a la par del curtido y acabado de cuero y piel, y fabricación de productos de cuero, piel y materiales sucedáneos (-6.4%).
¿Qué presiona a la industria textil?
De acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), 58% de la ropa que se vende en México proviene de Asia.
A partir de esta competencia desleal, la Cámara Nacional de la Industria Textilera (Canaintex) señaló que el sector ha enfrentado 11 trimestres consecutivos de contracción en su actividad. Los datos del Inegi confirman que la tendencia se mantiene sin cambios hasta el momento.
Para contrarrestar la competencia desleal, desde diciembre del año pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum firmó un decreto para establecer aranceles de hasta 35% a la importación de prendas confeccionadas y hasta de 15% a la importación de insumos textiles provenientes de países con los que México no tenga tratados comerciales.
Esta semana, además, se aprobó en el Congreso de la Unión, la reforma a la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (LGIE), que incluye aumentos arancelarios a productos textiles provenientes principalmente de Asia.
Previamente, el titular de Economía, Marcelo Ebrard, lanzó en alianza con BBVA y el banco de desarrollo Nacional Financiera (NAFIN) el “Plan de Impulso para la Industria del Calzado y Textil”, en apoyo a las Pymes del sector.
De acuerdo con Ebrard, estos rubros generan 1.3 millones de empleos, sobre todo vía Pymes, que concentran más de 85% de estas plazas. Sin embargo, Ebrard advirtió que la inmensa mayoría de estas empresas no tienen acceso a créditos o financiamiento y operan por fuera de la economía formal.
Entre gobierno e IP se planea coinvertir hasta MXN 120,000 millones a fin de dar financiamiento y capacitación y tratar de ‘formalizar’ a las empresas en esta cadena productiva a fin de que profesionalicen sus procesos, se digitalicen y bancaricen y tengan mejores opciones de acceso a los mercados.
En cuanto a los aranceles a países asiáticos, Ebrard señaló que en el caso de textiles y en calzado países como Indonesia y Vietnam exportan más de u$s 3,000 millones anuales a México.

El funcionario recordó que en este sector el país ha perdido 100 mil empleos a causa de las prácticas anticompetitivas, que se concentran en la zona centro del país, donde está asentada la industria.
¿Cómo le fue al resto de la industria?
El sector minero registró una caída anual de 7.7%, casi idéntica a la del subsector de actividad petrolera (-7.1%), mientras que la minería metálica y no metálica disminuyó 4.1%.
El ramo de la construcción también sufrió bajas: en el indicador general, el Inegi reportó una caída de 2.2%.
Este bajón fue provocado exclusivamente por la caída en el área de construcción de obras de ingeniería civil (-26.1%), que están directamente relacionadas con el desarrollo de infraestructura pública.

Finalmente, la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, suministro de agua y de gas natural por ductos al consumidor final se contrajo -0.8% entre enero y octubre de este año.















