Un nuevo enfoque científico pone en duda las clásicas teorías fundacionales de Sigmund Freud al revelar cómo el cerebro procesa emociones y recuerdos durante el sueño.
El nuevo enfoque plantea que los sentidos y la actividad cerebral durante el sueño REM desempeñan un papel clave, enriqueciendo la interpretación onírica desde una óptica más actualizada.
Esto abre una discusión que cuestiona no solo el valor de la simbología freudiana, sino también la manera en la que interpretamos lo que ocurre en la mente al dormir.
Freud y su legado en la interpretación de los sueños
A finales del siglo XIX, Freud revolucionó la psicología con "La interpretación de los sueños", obra en la que aseguró que estos eran expresiones simbólicas de deseos reprimidos.
Su propuesta convirtió al análisis onírico en una herramienta clínica para acceder al inconsciente, marcando un antes y un después en la historia del psicoanálisis.
De esta manera, distinguió entre el contenido manifiesto (lo que recordamos del sueño) y el contenido latente (el verdadero significado oculto), y buscó con este método dar explicaciones universales a imágenes que aparecían repetidamente en las experiencias de sus pacientes. Así, construyó un sistema que vinculaba los sueños con la sexualidad, la infancia y los conflictos internos.
Nuevas evidencias: emociones, memoria y sentidos en acción
Hoy, la neurociencia ofrece un enfoque más detallado sobre qué ocurre en el cerebro mientras dormimos.
Durante la fase REM, etapa del sueño en la que ocurren los sueños más vívidos y se asocia con la consolidación de la memoria y el procesamiento emocional, se activan regiones ligadas al procesamiento sensorial, lo que convierte al sueño en un proceso dinámico que integra experiencias recientes con recuerdos más antiguos.
Investigaciones recientes muestran que los sentidos no se "apagan" por completo durante el sueño; por el contrario, el cerebro puede incorporar estímulos externos -como sonidos, olores o sensaciones físicas- dentro de la narrativa del sueño, lo que explicaría por qué a veces lo soñado parece tan real.
Esto plantea que los sueños no son simples proyecciones de deseos ocultos, sino escenarios en los que la mente reorganiza información, refuerza memorias y procesa emociones. En otras palabras, tienen una función adaptativa más que simbólica.
De esta manera, el nuevo enfoque cambia la pregunta central: en lugar de preguntarse qué significa un sueño, los científicos buscan entender qué función cumple en la salud mental, el aprendizaje y la regulación emocional.