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Los hábitos de consumo cambiaron radicalmente y las grandes corporaciones deben reinventarse o quedar en el olvido. En medio de esta vorágine, Inditex tomó una decisión que sacude el mercado: eliminar más de un centenar de puntos de venta en apenas noventa días.

Durante el arranque de 2025, el conglomerado español redujo su red comercial en 136 locales a nivel global. La cifra representa un recorte del 2,39% respecto al año anterior, cuando la compañía operaba 5.698 establecimientos. Ahora, ese número descendió a 5.562 tiendas repartidas por todo el planeta.

Este movimiento no responde a una crisis financiera, sino a un cambio profundo en la filosofía empresarial. La estrategia busca concentrar recursos en espacios más rentables, tecnológicamente avanzados y capaces de ofrecer experiencias memorables a los clientes.

Inditex redujo su red global a 5.562 tiendas tras cerrar 136 locales en los primeros meses de 2025. Fuente: Shutterstock.
Inditex redujo su red global a 5.562 tiendas tras cerrar 136 locales en los primeros meses de 2025. Fuente: Shutterstock.Fuente: ShutterstockShutterstock

La marca estrella lidera el repliegue comercial

Zara, el buque insignia del grupo y una de las enseñas más reconocidas del planeta, encabeza la lista de cierres. En España solamente, la marca prescindió de 52 tiendas durante el primer trimestre del año. Una cifra que sorprende por su magnitud y rapidez de ejecución.

Pero Zara no está sola en este proceso. Oysho eliminó 34 puntos de venta, Zara Home cerró 21 locales, Massimo Dutti se despidió de 20 tiendas, Stradivarius redujo su presencia en 10 establecimientos y Bershka clausuró uno. La única excepción fue Pull&Bear, que inauguró dos nuevas ubicaciones.

El grupo fue transparente sobre sus motivos: mejorar la productividad por metro cuadrado. Los locales pequeños, con menor tráfico o ubicados en zonas menos estratégicas, están siendo sacrificados en favor de macrotiendas que funcionan como verdaderos centros de atracción comercial.

Del comercio tradicional a la experiencia premium

La compañía no abandona el mundo físico, lo transforma. Mientras clausura decenas de locales convencionales, Inditex planifica aperturas espectaculares. Para 2026 tiene proyectado un flagship de Zara que redefinirá el concepto de tienda de moda, combinando tecnología de punta con servicios exclusivos.

El modelo incluye cafeterías integradas, como ya sucede con Zacaffé en Madrid, espacios de ocio y sistemas digitales que conectan la experiencia física con el universo online. Además, la empresa construye un megacentro logístico de 286.000 metros cuadrados en Malpica, diseñado para ser uno de los cinco más grandes de toda la corporación a escala mundial.

Esta transformación implica inversiones millonarias. Inditex planea incrementar un 5% su superficie comercial entre 2025 y 2026, pero lo hará priorizando locaciones emblemáticas que puedan convertirse en destinos por sí mismas, no solo en puntos de venta.

La compañía combina cierres selectivos con inversiones millonarias en espacios emblemáticos y centros logísticos de última generación. Fuente: Shutterstock.
La compañía combina cierres selectivos con inversiones millonarias en espacios emblemáticos y centros logísticos de última generación. Fuente: Shutterstock.

Las cifras detrás de la metamorfosis empresarial

A pesar del cierre masivo de tiendas, los números económicos muestran cierta estabilidad. El grupo reportó ventas por 8.274 millones de euros en el primer trimestre de 2025, un incremento del 1,5% respecto al mismo período anterior. El beneficio neto alcanzó los 1.305 millones, con un crecimiento modesto del 0,3%.

Sin embargo, estas cifras palidecen frente al desempeño del año previo, cuando la compañía registró un alza del 7,5% en facturación y un 9% en ganancias. La desaceleración confirma que el modelo tradicional se agota y que el comercio electrónico emerge como el verdadero motor del negocio.

Con presencia en 214 mercados, Inditex sostiene que sus perspectivas de crecimiento siguen siendo sólidas. Pero el camino elegido es claro: menos tiendas, más grandes, mejor equipadas y profundamente integradas con las plataformas digitales que ya dominan las preferencias de millones de consumidores en todo el mundo.

La era de las pequeñas boutiques y los locales de barrio ha terminado para los gigantes de la moda. Lo que viene es un híbrido entre showroom tecnológico, espacio de entretenimiento y punto logístico ultraeficiente. Zara no está en peligro, está mutando hacia algo completamente diferente.