México se prepara para un nuevo impulso en su histórica tradición minera, con una inversión proyectada de 3,400 millones de dólares destinada a la explotación del metal precioso en varias regiones del país.
Esta inversión no solo busca aprovechar el incremento del 28% en el precio internacional del oro durante el último año, sino también posicionar el país como un actor clave en la industria.
Los proyectos incluyen minas a gran escala que prometen transformar la economía regional, generar miles de empleos y fomentar el desarrollo industrial y tecnológico.
El país, reconocido mundialmente por su producción de plata y cobre, enfrenta un momento decisivo: aunque los proyectos mineros se redujeron en los últimos cinco años debido a dificultades para obtener permisos, las nuevas inversiones buscan revertir esta tendencia y consolidar el crecimiento sostenido del sector.
Principales proyectos mineros de oro en México 2025-2026
Entre los proyectos que lideran esta ola de inversiones destacan:
- Proyecto Cordero (Discovery Silver, Chihuahua): con una inversión de US$1,400 millones, se perfila como el más grande del plan, con una capacidad significativa para producción de oro y otros minerales estratégicos.
Proyecto Media Luna (Guerrero): con una inversión de US$950 millones, ya ha iniciado producción y se espera que aumente su ritmo de extracción hacia finales de 2025. Su transición rápida de construcción a operación demuestra eficiencia y capacidad de ejecución en el sector minero mexicano.
Proyecto Cerro de Oro (Zacatecas): inversión de US$28.1 millones, con un potencial de 58,400 onzas de oro al año. A la espera de los permisos finales, representa una oportunidad de crecimiento sostenible y generación de empleo local.
Proyecto El Tigre (Sonora): con una inversión de US$120 millones, los estudios preliminares indican que la mina a cielo abierto podría operar durante 10 años, consolidándose como un proyecto de mediano plazo con seguridad y rentabilidad.
Retos y obstáculos para el crecimiento minero en México
A pesar del potencial, el sector enfrenta desafíos significativos, principalmente relacionados con permisos y regulaciones ambientales. Según la Cámara Minera de México (Camimex), a finales de 2024 existían 116 trámites pendientes ante la Semarnat y 107 ante la Conagua, lo que limitó la apertura de nuevas minas y frenado proyectos que podrían haber generado hasta 50,000 empleos.
Esta situación llevó a las empresas a enfocarse únicamente en proyectos ya autorizados, priorizando la seguridad legal y evitando retrasos costosos. Sin embargo, los expertos coinciden en que superar estos obstáculos será clave para mantener la competitividad de México.
Impacto económico y social de la nueva ola de inversiones mineras
La llegada de US$3,400 millones en inversiones mineras no solo garantiza un aumento en la producción de oro, sino que también tiene efectos multiplicadores sobre la economía mexicana. Entre los beneficios se destacan:
Creación de empleos directos e indirectos, que fortalecerán economías locales en regiones como Guerrero, Sonora, Zacatecas y Chihuahua.
Fortalecimiento de la industria local, incluyendo servicios de transporte, logística y tecnología aplicada a la minería.
Aumento en la recaudación fiscal, que permitirá al Estado invertir en infraestructura, educación y salud.
Atracción de inversión extranjera, consolidando a México como un destino seguro y rentable para capitales globales en el sector minero.