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La confirmación de que Sagitario A*, el agujero negro supermasivo que habita en el corazón de la Vía Láctea, podría volver a activarse desató una ola de preocupación y controversia a nivel mundial.

La difusión se dio luego de la NASA alertara que prevé un “despertar” de dicho fenómeno, capaz de liberar una intensa radiación.

La suposición se basa en una serie de investigaciones especializadas y estudios científicos, y si bien los expertos aclaran que se trata de un proceso que ocurriría en escalas de tiempo muy lejanas, consideraron de vital importancia difundir la información al respecto.

Qué es Sagitario A* y por qué podría despertar

Sagitario A* es un agujero negro supermasivo de cuatro millones de masas solares situado a unos 25 000 años luz, y aunque hoy luce inactivo, la NASA registró una pequeña erupción hace unos 200 años que confirma que no está completamente “apagado”.

Si bien los expertos aclaran que se trata de un proceso que ocurriría en escalas de tiempo muy lejanas, consideraron de vital importancia difundir la información al respecto.
Si bien los expertos aclaran que se trata de un proceso que ocurriría en escalas de tiempo muy lejanas, consideraron de vital importancia difundir la información al respecto.

Los astrónomos creen que su próxima gran reactivación podría darse dentro de unos 2 000 millones de años, cuando la Vía Láctea colisione con la Gran Nube de Magallanes y enormes cantidades de gas fluyan hacia el centro galáctico.

Si ese material llega a Sagitario A*, el agujero negro podría encenderse de nuevo, formar un disco de acreción extremadamente caliente y emitir radiación intensa, tal como ocurre en otros núcleos galácticos activos. No es un escenario exagerado: la astrofísica ya ha observado en otras galaxias que estos gigantes alternan entre fases tranquilas y explosiones de energía.

Qué pasaría si Sagitario A se reactiva

Cuando un agujero negro recibe grandes volúmenes de gas, la fricción extrema calienta el material y genera radiación visible, ultravioleta y de rayos X, además de posibles chorros de partículas que pueden extenderse miles de años luz. Por eso la idea de una “explosión colosal de radiación” no es exagerada: en fases activas, estos objetos llegan a brillar más que toda su galaxia y alteran el entorno cercano.

Si algo así ocurriera en Sagitario A*, probablemente se vería desde la Tierra como un aumento de luminosidad en el centro de la Vía Láctea, un fenómeno enorme desde el punto de vista científico.

Aunque no se puede predecir su comportamiento con total exactitud, la física es clara: cuanto más gas reciba, más energía liberará, y eso podría desencadenar un estallido radiactivo.