La remolacha y la banana se han convertido en dos superalimentos respaldados por la evidencia científica recopilada en repositorios del National Institutes of Health, NIH, gracias a su perfil bioquímico excepcional que los convierten a cada uno individualmente en un poderoso alimento para el cuerpo y juntos hacen un match ideal para la salud.
La remolacha concentra nitratos dietéticos capaces de convertirse en óxido nítrico, molécula fundamental para mejorar la circulación, reducir la presión arterial y aumentar la oxigenación de los tejidos. Paralelamente, aporta betalaínas, polifenoles y otros fitoquímicos que protegen al organismo del estrés oxidativo.
La banana, por su parte, destaca por su mezcla natural de carbohidratos energéticos, minerales esenciales como potasio y magnesio, y antioxidantes como polifenoles y carotenoides.
Publicaciones referidas por los NIH documentan su capacidad para modular procesos oxidativos, favorecer el metabolismo energético e incluso mantener la función digestiva gracias a su aporte de almidón resistente.
Cuando se combinan en un solo licuado, ambos alimentos crean una sinergia nutricional perfecta. La remolacha potencia la oxigenación y la función cardiovascular, mientras la banana aporta energía sostenida y antioxidantes que ayudan al cuerpo a recuperarse del cansancio físico y mental.
Juntos funcionan como un auténtico elixir natural para quienes buscan combatir el agotamiento y mantener un estado de vitalidad estable.
Remolacha: la fábrica natural de óxido nítrico
Según publicaciones alojadas en bases consultadas por los NIH, los nitratos presentes en la remolacha se transforman en nitrito y posteriormente en óxido nítrico, un compuesto vital para la relajación del músculo liso vascular, la vasodilatación y la reducción de la presión arterial. Estos efectos explican por qué este vegetal se utiliza en intervenciones dirigidas tanto a personas sanas como a individuos con riesgo cardiovascular.
La remolacha contiene betanina, polifenoles y saponinas capaces de resistir la digestión gastrointestinal y mantener su actividad antioxidante. Estudios citados en estos repositorios señalan que estos compuestos modulan la expresión génica y reducen la producción de especies reactivas de oxígeno, lo que potencia su acción cardioprotectora.
Banana: energía estable, antioxidantes y minerales esenciales
Los análisis científicos de diversas variedades de banana y plátano, también referidos por los NIH, demuestran que esta fruta contiene polifenoles, carotenoides y fitoesteroles con fuerte actividad antioxidante. Estos compuestos ayudan a proteger al organismo frente a procesos degenerativos y al estrés oxidativo, especialmente en situaciones de agotamiento físico o mental.
Al mismo tiempo, su contenido en potasio, magnesio, zinc y hierro la convierte en una aliada clave para el metabolismo energético, la salud muscular y la estabilidad eléctrica del corazón. El almidón resistente presente en ciertas variedades verdes también contribuye a la función digestiva y al control glucémico.
Beneficios del licuado de banana con remolacha
- Mejora la oxigenación muscular
- Reduce la presión arterial
- Incrementa la energía sostenida
- Favorece la circulación sanguínea
- Disminuye la inflamación sistémica
- Protege contra el estrés oxidativo
- Aumenta el rendimiento físico
- Contribuye a la recuperación muscular
- Mejora la función digestiva
- Aporta minerales esenciales
- Apoya la salud cardiovascular
- Estabiliza la función neuromuscular
Remolacha más banana son el dúo perfecto para combatir el cansancio
La combinación de los nitratos y fitoquímicos antioxidantes de la remolacha con los carbohidratos estables y minerales de la banana genera un aporte energético equilibrado, ideal para quienes sufren fatiga diaria, deportistas o personas expuestas a altos niveles de estrés.
La evidencia científica consultada en plataformas del NIH respalda los mecanismos bioquímicos que explican esta sinergia: mejor oxigenación, reducción de estrés oxidativo y soporte metabólico continuo.
Además, la banana suaviza naturalmente el sabor terroso de la remolacha, lo que convierte este licuado en una bebida funcional fácil de incorporar a la rutina diaria.
Cómo preparar este licuado en casa
El proceso es simple y lo puedes hacer en casa todos los días a la mañana.
Mezcla en una licuadora:
- 1 banana madura
- ½ taza de remolacha cocida o 100 ml de jugo de remolacha
- 1 vaso de agua o leche vegetal (almendra, avena o coco). También puede hacerse con leche de vaca si se prefiere.
Las leches vegetales suelen ser las más recomendadas por su digestión ligera, aunque el agua produce una versión más fresca y baja en calorías.