La política migratoria de Estados Unidos vive un giro inédito tras el regreso de Donald Trump a la presidencia . Como parte de una estrategia que mezcla presión legal con incentivos económicos, el gobierno estadounidense ha comenzado a implementar el plan 'Vuelta a Casa'.
Esta iniciativa está cambiando la manera en que muchos inmigrantes enfrentan su situación migratoria irregular.
Estados Unidos lanza plan de salida voluntaria con apoyo económico
El lunes 19 de mayo partió desde Houston, Texas, el primer vuelo del programa ‘Vuelta a Casa', con 68 inmigrantes a bordo -38 hondureños y 26 colombianos entre ellos- marcando el arranque oficial de este nuevo enfoque. La iniciativa fue confirmada por Kristi Noem, secretaria de Seguridad Interna, quien subrayó que se trata de una salida voluntaria y asistida, distinta a las deportaciones ejecutadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
A través de un comunicado en la red social X, Noem fue enfática: quienes opten por irse voluntariamente podrán preservar la posibilidad de regresar al país por vías legales en el futuro. En cambio, quienes permanezcan de manera irregular enfrentarán consecuencias como multas, arrestos y la expulsión definitiva del país.
Los inmigrantes participantes utilizaron la aplicación CBP Home para organizar su salida y recibieron un pago de mil dólares por parte del gobierno estadounidense como ayuda para el retorno a sus países.
Latinoamérica activa programas de reintegración para los repatriados
Al llegar a sus países, los retornados no fueron dejados a su suerte. En Honduras, los inmigrantes fueron acogidos bajo el programa ‘Hermano, Hermana, Vuelve a Casa', que proporciona apoyo económico adicional, alimentos y asesoría para la reinserción laboral. Cada adulto recibió un bono de 100 dólares para cubrir gastos inmediatos.
En Colombia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y el Departamento para la Prosperidad Social (DPS) se encargaron de atender a los ciudadanos que regresaron. Estas instituciones trabajan en conjunto para facilitar la adaptación social y económica de los colombianos que han dejado Estados Unidos, proporcionando acompañamiento psicosocial y oportunidades laborales.