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Un nuevo hallazgo submarino ha capturado la atención de la comunidad científica e histórica en Estados Unidos. Lo que parecía ser otra misión rutinaria de exploración en aguas del Pacífico, se convirtió en un descubrimiento que arroja nueva luz sobre uno de los capítulos más emblemáticos del conflicto bélico más devastador del siglo XX.

Un equipo de expertos, respaldado por tecnología de vanguardia, realizó un impactante hallazgo: un objeto que sorprende por su presencia y el misterio que lo envuelve.

Hallazgo inesperado: un automóvil en los restos del USS Yorktown

Un grupo de científicos pertenecientes a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) detectó una silueta poco común durante una misión con un vehículo submarino operado a control remoto. Mientras exploraban los restos del USS Yorktown, un portaaviones de la Armada estadounidense que fue hundido durante la Segunda Guerra Mundial, se toparon con lo que pronto identificarían como un automóvil sobre la cubierta del hangar de popa.

El objeto resultó ser un Ford Super Deluxe, un modelo icónico de la época. El hallazgo fue confirmado tras un análisis detallado del guardabarros, parabrisas y capota del vehículo. Esta sorprendente reliquia se encontraba a bordo del buque desde su participación en la histórica Batalla de Midway, uno de los enfrentamientos más cruciales del conflicto en el Pacífico. El portaaviones, de más de 800 pies de largo, fue atacado por las fuerzas japonesas en 1942 y se encuentra hundido desde entonces.

Reliquia con historia: posibles usos del vehículo a bordo

Aunque el descubrimiento del automóvil ha generado una oleada de entusiasmo, las razones detrás de su presencia en el USS Yorktown siguen sin estar del todo claras.

Los expertos de la NOAA han planteado diversas hipótesis, entre ellas, que el vehículo pudo haber sido utilizado por oficiales de alto rango, como el capitán Elliott Buckmaster o el contralmirante Frank Fletcher, durante misiones en puertos extranjeros. Otra teoría sugiere que, tras los daños sufridos en la Batalla del Mar del Coral, el coche fue guardado a bordo con fines de reparación.

El hallazgo también reveló otras piezas clave para reconstruir el pasado del navío. Los científicos encontraron un mural pintado a mano en uno de los huecos del ascensor, donde se muestran los distintos destinos del buque antes de su hundimiento. Además, localizaron tres aviones de combate en su interior, uno de los cuales aún conservaba una bomba. Estos aviones eran utilizados en misiones de reconocimiento por parte de las fuerzas estadounidenses.