¿Alguna vez despertaste con la sensación de haber vivido una experiencia profundamente real en un sueño? Imagina que esos momentos no son meros productos de la imaginación, sino conexiones a otras realidades donde nuestra conciencia puede explorar diferentes versiones de nosotros mismos.
Este concepto fue planteado por David Leong, un académico que se especializa en metafísica y epistemología, quien sugiere que los sueños podrían ser puertas hacia dimensiones paralelas, influenciadas por nuestras emociones.
La teoría de "muchos mundos" y la conciencia
La teoría de los muchos mundos, propuesta inicialmente por el físico Hugh Everett III en 1957, sugiere que cada vez que se produce una medición cuántica, el universo se "divide" en múltiples universos paralelos.
Imagina que decides qué camino tomar a la hora de salir de casa. Según la mecánica cuántica, en el momento en que llegas a la intersección, antes de tomar una decisión, existe una superposición de posibilidades.
De acuerdo con la teoría de los muchos mundos, en el instante en que eliges un camino, el universo se bifurca en dos: en uno, tomas el camino de la derecha y en el otro, el de la izquierda.
Así, cada elección que hacemos genera nuevos universos donde cada versión de nosotros sigue un camino distinto, explorando posibilidades que de otro modo habrían quedado sin explorar.
Ahora, David Leong profundizó esta idea en el contexto de los sueños, sugiriendo que durante el estado onírico nuestra mente se libera de las restricciones del pensamiento racional y de los sentidos físicos.
Esto permite que la conciencia ingrese a dimensiones alternas, donde podríamos estar experimentando situaciones que no hemos seleccionado en nuestra vida actual.
Sueños recurrentes y su relación con las emociones
El académico también sostiene que los sueños recurrentes, especialmente aquellos que implican emociones intensas, pueden ser indicativos de vínculos profundos con otras versiones de nosotros mismos en realidades paralelas.
Este cruce sugiere una retroalimentación entre nuestras vidas en diferentes dimensiones, donde nuestras emociones pueden estar interconectadas.
Muchas personas que experimentaron sueños recurrentes a menudo mencionan una sensación de urgencia que se refleja en su vida cotidiana.
Así, las emociones podrían considerarse un indicativo de que nuestra conciencia busca comunicarse, no solo con nuestro yo actual, sino también con otras versiones de nosotros mismos en universos paralelos.
Las duras críticas que recibió esta hipótesis
La hipótesis de que los sueños son puertas a otras dimensiones enfrenta duras críticas.
La mayoría de las teorías contemporáneas sobre los sueños, como la teoría de activación-síntesis, sugieren que estos son el producto de la actividad neuronal durante el sueño.
Según esta perspectiva, el cerebro busca interpretar impulsos aleatorios, generando narrativas que, si bien pueden ser muy vívidas, no tienen relación con dimensiones externas.
Así, los sueños se consideran más como interpretaciones personales que como contactos con otras dimensiones.
La conciencia como construcción de realidad
La intersección entre la psicología y la física cuántica llevo a científicos como Howard Eisenberg a plantear que lo que percibimos como realidad es en gran medida una construcción social.
Según Eisenberg, nuestra percepción de la realidad podría estar mediada por un consenso social, lo que implica que nuestras experiencias oníricas no son solo personales, sino que también pueden afectar la realidad compartida.
La noción de que la percepción puede dar forma a la realidad cuestiona la existencia de verdades absolutas.
En este marco, los sueños podrían verse como espacios experimentales donde exploramos diferentes escenarios y posibilidades, lo que podría influir en nuestra interacción con el mundo en estado de vigilia.