

Carlos Slim le hace honor a su lado ingenioso, y es que no se puede subestimar la capacidad de generar ideas de un ingeniero civil de profesión como lo es Slim Helú, el hombre más rico de México y América Latina. El magnate vio dinero como oro en polvo donde algunos solo ven fenómenos naturales normales.
Resulta que Carlos Slim Helú busca sacar dinero del agua de lluvia. El multimillonario y dueño del Grupo Carso vio en el agua de lluvia de la Ciudad de México, la posibilidad de hacer dinero a la vez que contribuye a los problemas de escasez de algunos estados y las inundaciones en otros tantos.

La idea millonaria de Carlos Slim con el agua de lluvia: "¿Cómo no se me ocurrió a mí?"
En abril del 2018, hace ya siete años, Carlos Slim sorprendió al hablar de un tema que aún hoy, año 2025, y a futuro, es un tema consistente con la realidad que hoy vive México, por un lado escasez de agua y por el otro, inundaciones. Solo una mente brillante pensaría en sacar provecho de esa dualidad y solucionar un problema con otro problema.
La idea de Slim consiste en diseñar sistemas de captación masiva que permitieran almacenar y tratar el agua pluvial para su distribución en comunidades con déficit. "¿Cómo no se me ocurrió a mí?", habrán dicho muchos al escuchar una solución tan lógica.
Carlos Slim planteó hace siete años que este proyecto no debía ser individual, sino un esfuerzo conjunto entre empresarios, universidades y el Estado. De esta forma, la inversión privada se combinaría con innovación tecnológica y políticas públicas sostenibles.
En la visión de negocio-beneficios de Carlos Slim, se contemplaba darle un giro a la función de las presas de agua de Dolores y Barrilaco en CDMX que trasladan el agua en temporada de lluvias. Su idea millonaria es revertir el proceso y que con la creación de pozos especiales, estas presas inyectan agua de lluvia al Valle de México, aumentando así su recarga de acuíferos.

La visión millonaria de Carlos Slim en medio del desastre
Hoy, siete años después, México enfrenta lluvias históricas y fenómenos como la llamada tormenta negra, que evidencian la urgencia de gestionar mejor el agua. Justo ahí encaja la vieja idea de Slim: convertir caos climático en infraestructura rentable.
Mientras miles padecen inundaciones o falta de agua potable, Carlos Slim proyecta capitalizar la captación pluvial como negocio estratégico. En su jugada maestra, no solo mitigaría desastres, también convertiría la lluvia en un activo millonario bajo su control.















