En lo que podría considerarse una movilización sin precedentes, más de 75 países y 10 organizaciones internacionales activaron una red de reacción global frente a una posible emergencia nuclear, consolidando lo que se podría llamar como el primer "ejército nuclear" del mundo.
Aunque no se trata de una fuerza militar como tal, el término "ejército nuclear" encaja muy bien en la capacidad coordinada, técnica y logística que se ha puesto en marcha para responder a una eventual crisis nuclear de escala internacional.
Esta movilización se dio durante el ejercicio ConvEx-3 (2025), organizado por el Organismo Internacional de Energía Atómica, OIEA, y llevado a cabo del 24 al 25 de junio.
Durante 36 horas, el mundo simuló una catástrofe nuclear grave en la planta de Cernavod, en Rumanía. La prueba puso a funcionar todos los mecanismos de preparación y respuesta ante un evento de este tipo, y reveló tanto la fuerza como las vulnerabilidades de la cooperación internacional en este terreno.
¿Por qué se habla de un "ejército nuclear"?
Aunque no involucra armas ni soldados, el término "ejército nuclear" se refiere a la activación masiva de recursos humanos, tecnológicos y diplomáticos que el OIEA logró reunir para este ejercicio.
Expertos de países como Estados Unidos, Canadá, Francia y Suecia realizaron tareas conjuntas de "monitorización radiológica aérea y terrestre", como parte de la Red de Respuesta y Asistencia, RANET, del organismo.
Carlos Torres Vidal, director del Centro de Respuesta a Incidentes y Emergencias del OIEA, explicó: "Al trabajar conjuntamente en escenarios realistas, mejoramos nuestra capacidad colectiva para proteger a las personas y el medio ambiente".
La operación incluyó protocolos de comunicación de crisis, atención médica transfronteriza y pruebas de ciberseguridad, lo que da una idea del nivel de complejidad alcanzado.
La amenaza nuclear ya no es solo militar
Uno de los aspectos más novedosos del ConvEx-3 fue la inclusión de desafíos relacionados con la seguridad física y digital: "La simulación incorporó amenazas a la ciberseguridad con el objetivo de dar cabida a nuevos tipos de riesgos", informó el OIEA.
También, se utilizó un simulador de redes sociales para poner a prueba la gestión de información pública en tiempo real, una herramienta clave ante posibles desinformaciones o pánico social.
El ejercicio también destacó la necesidad de acciones coordinadas entre países vecinos. Bulgaria y Moldova, por ejemplo, "coordinaron medidas de protección para garantizar la armonización de las respuestas entre fronteras".
Esta experiencia reforzará los preparativos para la próxima Conferencia Internacional sobre Emergencias Nucleares y Radiológicas, EPR 2025, a celebrarse en diciembre en Arabia Saudita.
Con esto, el mundo no solo se prepara para responder a un desastre nuclear: está formando un sistema global de defensa civil, técnico y humanitario que, en tiempos de tensión internacional, podría ser tan estratégico como cualquier alianza militar.