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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, es reelegido este domingo para un quinto mandato con más del 87 % de los votos, según los datos difundidos por la Comisión Electoral Central de Rusia.

Putin obtiene el 87,97% de los votos con el 24,4% de los recintos escrutados hasta el momento. El mandatario se encamina a consolidar su poder en unas elecciones que le otorgan una victoria aplastante.

Sin embargo, miles de opositores protagonizaban una protesta simbólica al mediodía ante los colegios electorales.

Putin, quien ascendió al poder en 1999, buscaba ganar un nuevo mandato de seis años que le permitiría superar a Josef Stalin y convertirse en el líder ruso que más tiempo ha permanecido en el cargo en más de 200 años.

Las elecciones se celebraron poco más de dos años después de que Putin desencadenara el conflicto europeo más mortífero desde la Segunda Guerra Mundial al ordenar la invasión de Ucrania.

"La guerra sobrevoló los tres días de elecciones: Ucrania atacó en repetidas ocasiones refinerías de petróleo en Rusia y bombardeó regiones, algo que Putin dijo que no quedaría impune", afirmaron fuentes oficiales.

Aunque la reelección de Putin no estaba en duda dado su control sobre Rusia y la ausencia de verdaderos aspirantes que pudieran desafiar su poder, el ex espía del KGB quería demostrar que cuenta con el apoyo abrumador de los rusos.

"Nos hemos demostrado a nosotros mismos, a toda Rusia y al mundo entero que Putin no es Rusia, que Putin se ha hecho con el poder en Rusia", expresó Ruslan Shaveddinov, de la Fundación Anticorrupción de Navalny.

¿Cómo fue la elección 2024 en Rusia?

Varias horas antes del cierre de las urnas, previsto para las 1800 GMT, la participación en todo el país superaba los niveles de 2018, con un 67,5%, según datos oficiales.

Los partidarios de Alexei Navalny, que falleció en una prisión del Ártico el mes pasado, habían pedido a los rusos que acudieran a la protesta "Mediodía contra Putin" para mostrar su disconformidad contra un líder al que tachaban de autócrata corrupto.

Periodistas de Reuters observaron al mediodía un aumento del flujo de votantes, sobre todo jóvenes, en algunos colegios electorales de Moscú, San Petersburgo y Ekaterimburgo, con filas de varios cientos de personas e incluso miles.

En los colegios electorales de las misiones diplomáticas rusas, desde Australia y Japón hasta Armenia, Kazajistán y Georgia, cientos de rusos hacían cola a mediodía.

Durante los dos días anteriores se produjeron incidentes dispersos: algunos rusos prendieron fuego a cabinas de votación o vertieron colorante en las urnas.

La muerte de Navalny dejó a la oposición privada de su mayor líder, y otras figuras importantes de la oposición estaban en el extranjero, en la cárcel o muertas.

Putin consideraba que la guerra formaba parte de una batalla secular contra un Occidente decadente y en declive que, según él, humilló a Rusia tras la caída del Muro de Berlín en 1989 al invadir lo que el líder considera su esfera de influencia, como Ucrania.

También se estaba votando en Crimea, que Rusia arrebató a Ucrania en 2014, y en lo que Moscú denominaba sus "nuevos territorios", otras cuatro regiones que controlaba parcialmente y reclamaba desde 2022.