En un intento por defender a su nominado a la Corte Suprema estadounidense, el juez Brett M. Kavanaugh, acusado por varias mujeres de acoso sexual y quien hoy comparece ante el Senado, el presidente Donald Trump descalificó al movimiento #MeToo.
Sobre este movimiento que promueve ayudar a las mujeres que sufrieron abusos, incluyendo su divulgación, y que creció desde las redes sociales hacia manifestaciones en la vía pública que están reconfigurando el espacio político en EE.UU., el jefe de Estado norteamericano consideró que #MeToo es "muy peligroso" y que trató injustamente a una clase entera de hombres poderosos.
Con sus opiniones, Trump no sólo pretendía apañar a Kavanaugh, al que cuatro mujeres lo acusan de acoso sexual, sino a otros funcionarios, incluído él mismo, luego de que este año se publicaran diversos encuentros sexuales que tuvo fuera de su matrimonio y por cuyo silencio pagó cuantiosas sumas de dinero.
Trump se refirió así al movimiento #MeToo en vísperas de que el magistrado conservador compareciera ahora ante el Senado bajo juramento, con una audiencia que está siendo televisada en directo, y que garantiza un mayor alcance a la opinión pública estadounidense.
Hasta hace dos semanas, el juez de 53 años tenía buenas chances de ser confirmado para el cargo. Pero en el ínterin, se divulgaron acusaciones respecto a su conducta hacia diversas mujeres que podrían hacer tambalear su candidatura.
Para Trump, colocar a un juez conservador en un cargo vitalicio en la alta corte sellaría su objetivo de dejar en minoría a los jueces progresistas o moderados durante muchos años. Hasta ayer y pese a que crecen las denuncias de supuestos abusos contra Kavanaugh, Trump mantuvo su apoyo al juez pero a la tarde, sugirió que si se confirman las denuncias, le retiraría su apoyo.