El presidente Michel Temer firmó el decreto que aumenta el impuesto a los combustibles en Brasil para lograr cumplir con la meta fiscal. Así, estiman que la suba de la alícuota del "PIS / Cofins" a los hidrocarburos generará, durante el resto del año 2017, un ingreso adicional de R$ 10.400 millones (u$s 3200 millones), según los cálculos de los Ministerios de Hacienda y de Planificación.
Sin embargo, a pesar del impuestazo, desde el gobierno señalaron que aún habrá recortes adicionales por R$ 5900 millones (u$s 1.900 millones) a los previstos por el Presupuesto de 2017.
La nueva alícuota de PIS Cofins sobre la gasolina se duplicará y pasará de R$ 0,3816 por litro a R $ 0,7925. En el caso del PIS Cofins sobre diesel subirá de R$ 0,2480 a R$ 0,4615. En el caso del etanol, la alícuota al productor sube de R$ 0,12 a R$ 0,1309 y en el caso del distribuidor pasará de cero a R$ 0,1964.
"El aumento del impuesto es absolutamente necesario para preservar el ajuste fiscal y el mantenimiento de la trayectoria de recuperación de la economía brasileña", señaló el informe.
La suba "es absolutamente necesaria" para "la preservación del ajuste fiscal y la manutención de la trayectoria de recuperación de la economía brasileña", dice el informe.
El nuevo recorte en los gastos, que el Gobierno señala que "deberá ser compensado por ingresos extraordinarios" aún este año, se suma a otro anunciado en marzo pasado por valor de R$ 42.100 millones (u$s 13.500 millones) de distintas partidas presupuestarias.
El Ejecutivo espera que las medidas sean suficientes para garantizar el cumplimiento de la meta fiscal que se impuso para 2017, cuando espera limitar el déficit público del país en u$s 44.000 millones, que equivale a alrededor del 2% del Producto Bruto Interno del país.
El Gobierno brasileño anunció en junio que rebajaría nuevamente la perspectiva de crecimiento del PBI, que en abril pasado era del 0,5% frente al 1% previsto en los primeros días del año.